La aérea moderó el gasto en el segundo semestre y llegará con los recursos previstos en el presupuesto. Desde 2012, cuando los fondos eran superiores, no se cumplía la meta.
Por primera vez en cinco años, Aerolíneas Argentinas no necesitó de fondos extra del Estado en materia de subsidios. Con una partida prevista en $ 3000 millones para todo 2017, la línea de bandera, a la fecha, utilizó $ 2600 millones, es decir, el 86,67% de los fondos establecidos por presupuesto para el programa denominado “formulación y ejecución de políticas de transporte aerocomercial”.
Tras un primer semestre con elevado nivel de gasto, la gestión de Aerolíneas moderó el uso de los fondos. En julio, por ejemplo, ya se habían gastado el 66,6% de los recursos. La explicación de la empresa en ese momento fue que se debía a un tema estacional. “El primer semestre suele siempre demandar más flujo de fondos de parte de Aerolíneas al Estado. Usualmente, la venta es muy alta durante el último semestre del año anterior y sobre todo en enero y febrero siguientes es necesario erogar más fondos, esgrimieron en aquel entonces. El tiempo el dio la razón a ese argumento. Al 5 de diciembre, Aerolíneas aún dispone de $ 400 millones para utilizar, según detalla el Sitio del Ciudadano, que actualiza a diario el Ministerio de Hacienda.
Una constante durante el kirchnerismo, la asignación de dinero fuera de lo planificado, venía repitiéndose en el macrismo. Durante 2016, por ejemplo, la partida para Aerolíneas fue de $ 4228 millones, aunque el Ejecutivo se vio obligado a estirarla durante el transcurso del año hasta los $ 4500 millones. Incluso con ese aumento, los fondos oficiales para el sector habían disminuido casi en un 20% en relación a 2015, último año de gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
La ex presidenta había autorizado fondos por $ 3245 millones, pero crecieron durante ese año en un 64% y cerraron en $ 5333 millones, más del doble de lo que hoy el Gobierno destina a Aerolíneas. En los años previos del kirchnerismo, también la partida se incrementó por encima de lo previsto. En 2014 se presupuestaron $ 2780 millones, pero finalmente se asignaron $ 5140 millones, un 85% más.
En 2013 el aumento fue más gradual: se previeron $ 3119 millones y se gastaron $ 3394 millones, un 8% más. En 2012, cuando el programa todavía dependía del Ministerio de Planificación que conducía Julio De Vido, fue el único período de los últimos cinco en el que se utilizó menos dinero de lo previsto: $ 2164 millones contra los $ 2489 millones estipulados a principios de año.
En 2018, de acuerdo al anteproyecto del presupuesto que espera aprobación en el Congreso, Aerolíneas dispondrá de entre un 40% y un 45% menos de fondos que este año. Su presidente, Mario DellAcqua, planteó en septiembre que pediría menos de “u$s 100 millones”. Con el dólar en torno a los $ 17,60, serían $ 1.760 millones.
En un contexto de apertura del mercado aéreo hacia las denominadas low cost, la estrategia oficial es reducir los subsidios lo máximo posible. Desde que se anunció su reestatización en 2009, durante el primer mandato de Cristina, se estima que el gasto en subsidios para Aerolíneas Argentina superó los u$s 5300 millones.