El oro es el nuevo mercado preferido por los ilegales, ya que no corren el riesgo de ser extraditados.
Uninforme anual publicado en Viena indica que los cultivos de coca en Colombia, el mayor productor mundial, se vieron reducidos por primera vez en dos décadas. “Entre 2006 y 2010 los cultivos de coca y la fabricación de cocaína descendió en un 47%. Las autoridades fumigaron, en 2011, 103.302 hectáreas de coca y erradicaron otras 34.170 hectáreas de forma manual, aunque esta última manera de eliminación de la coca descendió un 22% respecto a 2010”, destacó la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas.
El por qué de estas modificaciones tiene varios motivos. La ONU señala que la reducción se debe al descenso del consumo de cocaína en América del Norte. Pero según la prensa nacional, y como lo destacaba un editorial del diario colombiano El Tiempo, “pese a las efectivas acciones antidrogas del gobierno, los criminales gradualmente han encontrado nuevas formas de financiarse”, por ejemplo, con los cultivos de marihuana. Sin embargo, los altos precios del oro en el mundo han llevado a los cultivadores de coca a preferir dedicarse a este metal. No solo porque no tienen que usar pesticidas, como cuando procesan coca, sino que además no corren el riesgo de ser extraditados por ser narcotraficantes.
Un informe publicado por la revista Semana mostraba cómo en cinco minas de oro colombianas los mineros debían pagarles entre el 5 y el 20% del oro extraído a las guerrillas y grupos criminales. Los dueños de las dragas debían pagarles cerca de 2.500 dólares mensuales; los comerciantes que compran, otro 10%; y quienes venden gasolina para las excavadoras, otro tanto.
Mientras en Colombia las hectáreas dedicadas al cultivo de coca se reducen, en otros países productores como Bolivia y Perú, crecen. “Los cultivos crecieron un 6% en Bolivia y 4,5% en Perú de 2007 a 2008. El aumento muestra una tendencia en la dirección equivocada“, comentó Antonio Costa, director ejecutivo de Unodc.