El este de Brooklyn y el sur de El Bronx son las zonas con mayor riesgo, por violencia y pobreza.
Perder el hogar y dormir en la calle o en un refugio son pesadillas que aterran a los neoyorquinos, habitantes de la ciudad y el estado más caros del país, especialmente debido al costo de la vivienda y los elevados impuestos.
La violencia doméstica y los desalojos por razones económicas están desplazando a las familias, particularmente en el este de Brooklyn y el sur de El Bronx, según un informe publicado el miércoles.
El reporte del “Instituto para la Infancia, la Pobreza y las Personas sin Hogar” (ICPH) señaló que cerca de 12,700 familias -que incluyen aproximadamente 10,750 niños menores de 5 años-, vivían en albergues de la ciudad a fines de 2018, un aumento de 55% con respecto a 2011.
Los datos muestran que la violencia doméstica (30%) y los desalojos (25%) son las principales causas que empujan a las familias a los refugios, pero la trayectoria a menudo incluye múltiples factores de estrés, según Chloe Stein, la principal analista de políticas del instituto.
“Estos desencadenantes de la falta de vivienda no ocurren en el vacío”, dijo Stein, y señaló que el informe extrajo datos de la ciudad y de la Oficina del Censo de EEUU. También entrevistaron a familias en refugios de NYC.
“Estas familias estaban experimentando un trauma tras otro: violencia, luego perdieron su trabajo y luego fueron expulsadas de sus hogares”, afirmó.
El informe identificó algunos vecindarios de Brooklyn y El Bronx donde las personas luchaban por permanecer en sus hogares. En East New York, 650 familias ingresaron al sistema de refugios; seguido por Mott Haven con 648 y Bedford-Stuyvesant con 550, según datos del año fiscal 2015.
Stein dijo que en estos vecindarios viven más personas que no culminaron la escuela secundaria y tienen tasas más altas de desempleo y trabajos de bajos salarios.
“La educación es la clave para romper el ciclo de la pobreza”, dice el informe.
Stein recomendó que la ciudad adapte sus esfuerzos para reducir la falta de vivienda basados en el vecindario, considerando abrir centros de capacitación laboral y educación en zonas con pocas opciones de buen trabajo para ayudar a las familias antes de que terminen en un refugio.
Issac McGinn, representante del Departamento de Servicios para Personas sin Hogar (DHS) de la ciudad, dijo que el número total de neoyorquinos sin hogar se ha estabilizado en los últimos dos años. Aseguró que el DHS ha trabajado para ayudar a las familias a salir de los refugios a través de su plan de cinco años en curso, llamado “Turning the Tide on Homelessness”.
“Nuestro plan de transformación coloca a las personas en primer lugar, ofreciéndoles la oportunidad de recuperarse en sus barrios locales, más cerca de las redes de apoyo, incluidas las escuelas“, dijo McGinn en un comunicado a amNY.