Por una alerta terrorista cierran 900 escuelas de Los Angeles

Los-Angeles
Las autoridades recibieron por mail una amenaza “creíble” de ataques múltiples

Con el atentado de la vecina San Bernardino de hace dos semanas todavía fresco, las autoridades de Los Angeles fueron a lo seguro y ordenaron ayer el cierre de todas las escuelas públicas de la ciudad, en respuesta a una amenaza de ataques terroristas.
Más de 900 escuelas primarias y secundarias de educación pública, donde asisten cerca de 700.000 alumnos, mantuvieron cerradas sus puertas o fueran evacuadas a primera hora, cuando bajó la orden de vaciar sin excepciones todos los establecimientos.
Las alarmas se dispararon con un correo electrónico dirigido muy temprano al Distrito Escolar de Los Angeles, donde se advertía de los inminentes atentados, lo que motivó la orden de cierre y el regreso de los chicos que estaban en las escuelas. Fue el primer cierre de todo el distrito en más de una década.
La decisión fue tan dramática que generó cuestionamientos por lo que, según sus críticos, fue una respuesta exagerada. Hasta se dijo que pudo ser un mal chiste. Sin embargo, el jefe de policía de la ciudad, Charlie Beck, dijo que la amenaza mencionaba artefactos explosivos, “rifles de asalto y pistolas ametralladoras”, que tomaron con “mucha seriedad”.
Adecuada o exagerada, la orden de cierre se produjo a la luz del atentado perpetrado dos semanas atrás en la cercana localidad de San Bernardino, a 100 kilómetros de Los Angeles, por dos partidarios de Estado Islámico, que dejó 14 muertos y más de 20 heridos.
“No era [una amenaza] a una, dos o tres escuelas. Eran muchas escuelas, no una específica. No voy a correr ningún riesgo trayendo a los chicos a un lugar hasta que yo sepa que es seguro”, dijo el superintendente de educación de Los Angeles, Ramón Cortines.
Agentes de la policía y del FBI fueron convocados para ayudar a revisar más de 900 escuelas.
La amenaza llegó desde una computadora con dirección de IP en la ciudad alemana de Fráncfort, aunque no se descarta que se hubiera hecho más cerca. Y no fue la única. En Nueva York hubo una amenaza casi idéntica, “del exterior”, pero las autoridades la descartaron por considerarla “no creíble”.