El país luso hace frente a su incendio más complicado del verano, el que se originó el sábado en el municipio de Oleiros. Un fuego ya ha dejado un fallecido y siete heridos.
El Gobierno de Portugal ha decidido decretar el estado de alerta en todo su territorio durante el lunes y el martes debido al desarrollo de los incendios en el país y a las previsiones meteorológicas que podrían agravar la situación. «Ante las previsiones meteorológicas para los próximos días, que muestran un aumento significativo del riesgo de incendios rurales, los ministerios de Administración Interna y de Acción Climática han aprobado este domingo la declaración de la situación de alerta en todo el continente», ha informado el Ministerio de Administración Interna en un comunicado que recoge Europa Press.
El organismo ha justificado su decisión debido a la necesidad de adoptar «medidas preventivas» ante el riesgo «máximo» de incendios que sufre el país. Además, ha trasladado a través de la red social Twitter que quedan prohibidos los accesos, trabajos, uso de fuegos artificiales y la quema en zonas forestales.Durante este sábado, se han producido seis incendios forestales, que han movilizado a un total de 1.177 agentes y 377 vehículos, la mayoría en torno a la localidad de Castelo Branco, ha trasladado Protección Civil, según informaciones de la agencia Lusa.
Complicada situación
Más de 850 bomberos participan en los trabajos de extinción del incendio forestal de grandes dimensiones originado este fin de semana en el municipio portugués de Oleiros, en el centro del país, y que ya se ha cobrado la vida de un bombero de 21 años que participaba en la extinción de las llamas y han resultado heridas otras siete personas más.
El fuego se iniciaba en la tarde del sábado. «Estamos a la espera de más grupos de refuerzo», explicó en rueda de prensa el comandante de Protección Civil Belo Costa, que informó de hay tres aldeas que tuvieron que ser evacuadas parcialmente por seguridad, aunque «no hubo riesgo para nadie».
La zona está «fuertemente habitada, proliferan muchas pequeñas aldeas que constituyen un factor de preocupación añadido», señaló el comandante, que no precisó las hectáreas que ya han ardido en este fuego, aunque reconoció que afectó a «un gran área del territorio».
A pesar de que no existe riesgo para la población, las autoridades competentes decidieron evacuar durante la noche y de forma preventiva a algunas vecinos de casas aisladas de la zona, con el fin de evitar cualquier peligro para estos residentes.
La intensidad del incendio, que también se extendió al municipio vecino de Sertã, obligó a reforzar los equipos de extinción con más dotaciones terrestres durante la noche. En cuanto la luz del día lo permitió, también se unieron a la lucha contra el fuego más medios aéreos.
Durante las operaciones de extinción, uno de los vehículos sufrió un accidente, lo que provocó la muerte de un bombero voluntario de 21 años de la corporación de Proença-a-Nova y dejó heridos a otros cuatro.
Pesar a la familia
El primer ministro portugués, António Costa, y el ministro de Administración Interna, Eduardo Cabrita, expresaron su pesar a la familia del fallecido en sendos comunicados enviados durante la madrugada de este domingo.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, reconoció ayer en declaraciones a la prensa en el Algarve que la pandemia de covid-19 afectó a los trabajos de prevención de incendios este año. «La prevención se resintió con la pandemia. Los meses que eran cruciales, de transición de primavera a verano, acabaron no existiendo», dijo.
El Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) prevé para las próximas 48 horas tiempo «caliente y seco» en el interior del país, así como viento fuerte en la costa y en las zonas altas.