El Gobierno portugués ha confirmado la prohibición de los teléfonos inteligentes en primaria y secundaria a partir del curso 2025/2026. Sin embargo, la normativa abre una puerta a los móviles con funciones básicas de comunicación, permitiendo a los alumnos contactar con sus familias.

Después de que el Gobierno portugués anunciara la semana pasada la prohibición de los teléfonos inteligentes en las escuelas para los alumnos de primaria y secundaria, el Ministerio de Educación ha aclarado que se prevén excepciones a la norma.
Entre ellas, el uso de los llamados «teléfonos tontos», es decir, móviles que no son smartphones y que permiten a los alumnos contactar con sus familias, pero sin acceso a internet. Las nuevas directrices, que entrarán en vigor en el próximo curso escolar 2025/2026, fueron presentadas este martes por el Ministro de Educación.
Nuevas normas por ciclos educativos y excepciones
Según el secretario de Estado, Alexandre Homem Cristo, se prohibirá el uso de smartphones en los espacios escolares para los alumnos del 1º y 2º ciclo (primaria y primeros años de secundaria). Para el 3º ciclo (últimos años de secundaria), no habrá una prohibición total, pero se recomendarán medidas para restringir y desincentivar el uso de estos dispositivos. En la enseñanza secundaria superior, el enfoque será más participativo, implicando a los alumnos en la definición de normas para el uso responsable de los smartphones.
A pesar de estas directrices generales, se contemplan algunas excepciones. Los alumnos con escaso dominio de la lengua portuguesa podrán seguir utilizando su smartphone como herramienta de apoyo, y también aquellos con necesidades sanitarias demostradas que justifiquen su uso. Asimismo, se permitirá el uso de teléfonos móviles sin acceso a internet, con funciones básicas de comunicación. El uso de cualquier tipo de teléfono móvil en un contexto pedagógico (en el aula o en excursiones) está permitido siempre que esté debidamente enmarcado y autorizado por el profesor.
Evidencia de efectos positivos y mejora del ambiente escolar
El ministro de Educación, Fernando Alexandre, explicó que «cada vez hay más evidencias internacionales y nacionales de los efectos negativos que los smartphones tienen sobre el aprendizaje y el comportamiento de los niños pequeños». Recordó que el año pasado el Gobierno ya había hecho una «recomendación de prohibir estos dispositivos» en los primeros ciclos.
Según Alexandre, los resultados de un estudio realizado en las escuelas que aplicaron esa recomendación el curso pasado (2024/2025) mostraron efectos positivos en el aprendizaje y el comportamiento, como la reducción del acoso escolar y el aumento de la socialización.
Los datos revelados por el secretario de Estado indican que, en dicho curso, el 79% de las escuelas primarias y el 41% de las secundarias ya prohibieron los smartphones. Además, el 60% de los directores cree que estas medidas contribuyeron a mejorar el ambiente escolar, percibiendo una reducción significativa de la intimidación, la indisciplina y los enfrentamientos físicos. Ante estas pruebas, el ministro considera que «es obligación del Estado regular el uso de esta tecnología» para asegurar que todos los niños estudien en entornos equitativos y beneficiosos.