En medio de la crisis de 2002, Toyota sorprendió con el anuncio de una inversión millonaria para producir un nuevo vehículo global. Cuando en ese momento se les preguntaba a sus directivos si ese proyecto no iba a contramano del contexto económico, la respuesta hacía gala de la filosofía japonesa: “Nuestros planes son a largo plazo”. Ese espíritu parece estar vigente en la empresa.
Con un mercado que cayó el 30% en los últimos dos años y con Brasil -el país que recibe el 80% de las exportaciones argentinas- en una profunda recesión, la compañía se encuentra en la búsqueda de terrenos para construir una nueva planta en el país que se sumaría a la radicación que hoy tiene en la localidad bonaerense de Zárate. De esta manera, se convertiría en la primera automotriz en tener dos fábricas de autos en la Argentina.
Así lo adelantó a este diario el presidente de Toyota, Daniel Herrero. “Estamos buscando locación. No sabemos todavía dónde pero no será en Zárate porque en esta zona ya no quedan espacios de grandes dimensiones disponibles”.
El proyecto de la marca japonesa es ambicioso. No sólo planea la fabricación de un nuevo modelo totalmente distinto a lo que produce actualmente sino que la apuesta incluye ingresar al mercado estadounidense con la producción de vehículos híbridos. El objetivo de Toyota a nivel mundial es que para 2020 el 50% de los vehículos que produzca sean con tecnología híbrida y que para 2050 crezca al 90%. Con ese panorama, la filial local quiere estar preparada para recibir la radicación de uno de estos modelos y convertirse también en la primera en fabricar autos menos contaminantes en la Argentina.
El problema es que la planta de Zárate ya no tiene muchas posibilidades de expansión, teniendo en cuenta el crecimiento del establecimiento en los últimos años, más el área reservada para la reserva ecológica. Incluso, Herrero le solicitó al presidente Mauricio Macri, durante la visita a la planta el mes pasado, que analizara la posibilidad de trasladar una línea de alta tensión que cruza el predio de Zárate porque las torres impiden cualquier otra ampliación.
En Toyota estiman que Brasil comenzará a recuperarse el año que viene y que con un crecimiento de la demanda externa más la posibilidad de mejora del mercado local la capacidad productiva de la planta de Zárate estaría saturada. Más si se tiene en cuenta que la filial local sumó otros cuatros países para vender sus productos: Perú, Ecuador, Chile y Bolivia. Herrero también explicó que tampoco es recomendable sumar mucho más personal a la fábrica actual porque por cuestiones operativas se hace inmanejable. “Tenemos 5.000 empleados, si queremos crecer tendría que ser en otra planta”, señaló.