Se trata de un nuevo método de embalsamamiento creado en Austria que permite conservar el aspecto natural del cuerpo. La técnica podrá ser utilizada para uso médico.
La nueva técnica permitirá perfeccionar las habilidades quirúrgicas y favorecerá a la creación de nuevas técnicas y tecnologías. El método de embalsamamiento denominado Thiel soft-fix logra mantener el aspecto y tacto naturales del cuerpo. Tanto la piel como los músculos mantienen su flexibilidad. Los órganos internos se pueden identificar claramente y responden como si fueran los de un cuerpo con vida.
El hecho de que los cirujanos puedan probar una técnica sobre un cadáver antes de operar a un paciente vivo les permite entender mejor la anatomía, minimizar daños potenciales y ensayar el procedimiento antes de llevarlo a la práctica de verdad.
“Los beneficios para los cirujanos son enormes”, le dijo a la BBC Sue Black, directora del Centro de Anatomía e Identificación Humana de la Universidad de Dundee, Escocia, que recientemente llevó al Reino Unido la técnica austriaca. “No hay duda de que permite la mejoría de las habilidades quirúrgicas y la innovación”, agregó.
Hasta hace unos años, en el Reino Unido era ilegal practicar cirugías en cadáveres y solo se usaban para ensayar disecciones, por respeto a los difuntos. Pero en 2006, con la aprobación de la Ley Human Tissues Act, todo cambió para la medicina. “Un cuerpo preservado con formaldehído no es como un cuerpo real”, señaló la cirujana alemana Lena Vogt.
Además, como el formaldehído es tóxico, se necesita tomar un descanso cada 20 minutos para alejar al profesional de los gases. Con la nueva técnica, los cuerpos “se parecen más a cómo se ven en la sala de operaciones. Son más cercanos a la realidad. Tienes oportunidad de entender mucho mejor, lo cual te ayuda a hacer mejor la operación. Todo es práctica en cirugía”, agregó Vogt.
Ya han recibido peticiones de información sobre su técnica desde Australia, Canadá, República Checa, Gana, España, Suiza e India. La Universidad de Dundee es el primer centro del Reino Unido que tiene cadáveres preservados con el método austriaco. Cuenta con once tanques en los que se pueden sumergir hasta 44 cuerpos a la vez.