El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, declaró la emergencia pública nacional luego de protestas violentas frente a su casa por la peor crisis económica del país en décadas.
El estado de emergencia entró en vigencia el 1 de abril, según un boletín oficial emitido este viernes. La medida permite a las autoridades arrestar y encarcelar a sospechosos sin una orden judicial.
Rajapaksa dijo que la decisión de imponer el estado de emergencia se tomó bajo los “intereses de la seguridad pública, la protección del orden público y el mantenimiento de suministros y servicios esenciales para la vida de la comunidad“.
La nación insular de 22 millones de personas enfrenta una crisis económica que ha obligado a las personas a hacer largas filas para obtener productos básicos y a sufrir apagones durante horas.
La declaración ocurre después a las violentas protestas de la noche de este jueves, en las que manifestantes furiosos arrojaron ladrillos y prendieron fuego a un autobús frente a la residencia privada del presidente en la capital, Colombo, informó Reuters.
La policía usó gases lacrimógenos y cañones de agua para disolver las protestas, según Reuters, mientras los agentes arrestaban a decenas de personas e imponían un toque de queda en partes de Colombo durante la noche, dijo C.D. Wickramaratne, inspector general de policía, en un comunicado.
Reuters reportó que un funcionario dijo que al menos dos docenas de policías resultaron heridos en los enfrentamientos, pero se negó a comentar sobre la cantidad de manifestantes heridos.
La oficina del presidente Rajapaksa emitió un comunicado el viernes señalando que “extremistas organizados”, empuñando barras de hierro, garrotes y postes, incitaron a los manifestantes a “motines” frente a su residencia.
Horas después el viernes, el ministro de servicios policiales comunitarios de Sri Lanka, Dilum Amunugama, calificó la protesta como un acto de terrorismo.
“Creo que se usó una terminología incorrecta en el comunicado oficial. Estos no eran extremistas, eran terroristas”, dijo a los periodistas. “La postura del gobierno es que si el terrorismo prevalece, debe ser derrotado”.
La pandemia de covid-19 ha asestado un duro golpe a la economía de Sri Lanka en los últimos dos años, incluyendo al sector turístico. Y la ministra de turismo, Prasanna Ranatunge, advirtió que las protestas afectarían aún más las perspectivas económicas, informó Reuters.
“El principal problema que enfrenta Sri Lanka es la escasez de divisas y las protestas de esta naturaleza afectarán el turismo y tendrán consecuencias económicas”, dijo Ranatunge.
¿Qué está pasando en Sri Lanka?
Sri Lanka atraviesa una crisis financiera como resultado de un déficit de divisas, lo que ha provocado una grave escasez de artículos esenciales, como alimentos, medicinas y combustible.
Durante semanas, los residentes han hecho filas de horas para obtener suministros básicos y se han enfrentado a cortes de energía de más de 10 horas. Hay soldados en las estaciones de combustible para calmar a los clientes, que esperan durante horas bajo el calor abrasador para llenar sus tanques.
Las reservas de divisas se han desplomado un 70% en los últimos dos años a US$ 2.310 millones, reportó Reuters. Sri Lanka tiene que pagar alrededor de US$ 4.000 millones en deuda durante el resto de este año, incluido un bono soberano internacional de US$ 1.000 millones que vence en julio.
Los manifestantes han realizado protestas pacíficas por la situación durante semanas, y algunos han pedido al presidente que renuncie, pero las protestas del jueves marcan una escalada en la crisis.
Hanaa Singer-Hamdy, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Sri Lanka, pidió moderación a todos los grupos.
“Estamos vigilando los desarrollos y estamos preocupados por los reportes de violencia en Sri Lanka”, dijo en un tuit.