El tribunal correccional de París ha condenado a penas de entre uno y siete años de prisión a seis jóvenes antifascistas juzgados por el ataque contra un vehículo de policía el 18 de mayo de 2016 durante una manifestación contra la reforma laboral que preparaba el gobierno de Manuel Valls.
Las imágenes de la agresión dieron la vuelta al mundo, y el entonces primer ministro exigió que las sanciones fueran « implacables ». En el vídeo aparecía un coche de la policía con dos agentes a bordo bloqueado en una calle por donde se habían dispersado algunos grupos violentos que participaban en la manifestación. En las imágenes se veía a varias personas golpear el coche con barras metálicas, lanzar un poste de hierro que atravesó el cristal trasero del vehículo, y arrojar en el interior una bengala de socorro que prendió fuego y obligó a los policías a abandonar el coche. Ya fuera, uno de los agentes se enfrentó a uno de sus agresores que intentaba golpearle con una barra metálica mientras él se protegía con gran serenidad oponiendo sus manos de tal forma que en las redes sociales acabó siendo conocido con el apodo de « kung-fu-cop ».
Policías y gendarmes desplegaron ayer un fuerte dispositivo tanto en el interior como en el exterior del Palacio de Justicia de París en previsión a posibles desbordamientos. Durante los cinco días que ha durado el proceso, ha habido un público numeroso que no ha dudado en acusar a la policía de « asesinos », o de manifestar que « todo el mundo detesta a la justicia ».
La pena más elevada fue para el suizo Joachim Landwehr, condenado en rebeldía, y acusado de ser el responsable de arrogar la bengala en el interior del coche de policía. Sin embargo, la atención estaba puesta especialmente en Antonin Bernanos, condenado a 5 años de prisión, 3 de ellos firme, por « violencias agravadas ». Antonin, estudiante de sociología, de 24 años, se ha convertido en una figura del militantismo de extrema izquierda, y es seguido desde hace años por la policía. Además, es descendiente de Georges Bernanos, el escritor católico.
La justicia reprocha a Antonin haber asestado los golpes al policía y haber arrojado el poste de hierro por la parte trasera. El ha negado en todo momento las acusaciones, basadas en el testimonio anónimo de un policía.
Yves Bernanos, padre del joven, declaró ayer que han adquirido « la certeza » de que se trata de un proceso político. De una condena contra un joven militante « que lucha contra la violencia del estado ». Otro de sus hijos, Angel, que también era juzgado, fue dejado en libertad sin cargos.