El juez federal Sergio Torres procesó hoy por “incitación a la discriminación” y embargó por 15 mil pesos al diputado kirchnerista Leopoldo Moreau a raíz de haber vinculado a su par Waldo Wolff con el servicio de inteligencia israelí Mossad, en noviembre de 2017.
“Leopoldo Moreau conocía plenamente el significado y las consecuencias de sus dichos. Esto ya que él es un político con una gran experiencia y que participó en la vida pública durante incluso en los años más oscuros de la historia argentina. Por lo tanto, bajo ningún aspecto puede alegar desconocimiento del alcance de sus dichos y del alto contenido discriminatorio y antisemita, ni negar su intención”, concluyó el magistrado al dictar su procesamiento, en la resolución difundida hoy.
En su fallo, Torres entendió que Moreau no está amparado por sus fueros legislativos a la hora de formular declaraciones de ese tenor en un programa televisivo, ajenas a su función pública, al descartar uno de los argumentos que había formulado en su defensa.
El juez resolvió además que los fueros parlamentarios no están por encima de tratados internacionales contra la discriminación suscriptos por Argentina.
“Ahora están haciendo una sobreactuación, a través de Wolff y otros agentes del Mossad en la Argentina, que son los que están llevando adelante toda esta campaña de difamación”, había declarado Moreau el 2 de noviembre del año pasado durante una entrevista televisiva, dichos por los cuales fue denunciado penalmente.
Moreau vinculó a Wolff con el Mossad “sin dar ningún argumento que sostenga sus dichos, más allá del mero hecho de practicar la religión judía”, agregó el juez.
Torres remarcó que sus dichos “no pueden estar conectados con sus tareas de legislador ya que en ese momento aún no había asumido su banca como tal, hecho que sucedió el 10 de diciembre de 2017” y agregó: “Por lo tanto, quien no asumió como diputado no puede ampararse bajo ningún punto de vista bajo el artículo 68 de la Constitución Nacional”.
Sin embargo, aclaró que “aún si hubiese asumido, sus dichos no guardaban relación alguna con una función legislativa, ya que no se estaba haciendo referencia a ninguna cuestión parlamentaria, como lo sería en el tratamiento de una ley o en su caso, con la necesidad de legislar sobre algún tema en particular”.
Por ello advirtió que “un legislador no puede ampararse en la inmunidad de opinión si lo que dijo no se relacionaba con alguna cuestión vinculada a sus tareas en el Parlamento”.
El juez analizó que si bien el artículo 68 de la Constitución establece que ningún miembro del Congreso puede ser acusado, interrogado judicialmente ni molestado por las opiniones que emita “esto debe compatibilizarse con las demás normas de la Constitución Nacional” y tratados internacionales como la “Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial”.
Torres sostuvo que Moreau identificó a Wolf con el servicio de inteligencia israelí sólo por su condición de judío y sin aportar ningún otro elemento de prueba.
“Esta identificación de Wolff, insistimos, por su práctica religiosa, con el Estado de Israel, en los términos empleados por Moreau, lo hacen portador de una doble lealtad, cuestión característica del antisemitismo contemporáneo”, advirtió el juez.
“Todo se presenta como un medio para descalificar a aquel por su condición de judío e identificarlo como leal a los intereses del Estado de Israel, y por ende como un ‘infiltrado’ en nuestro país. Y la gravedad de que Wolff sea extranjerizado sin más, y nada menos que por su culto, reside en que ello significa que éste no pertenece a este país”, analizó el juez.
Por último, el magistrado analizó: “Bajo esta perspectiva, no solo Moreau está diciendo que Wolff no pertenece a este país, sino que resulta ser un intruso que puede traicionar cuestiones de interés o secretos de seguridad nacional para beneficiar a su país”.