En 2017 fallecieron 7213 personas en accidentes viales; en muchos casos la principal causa fue el consumo de alcohol.
Según datos de la asociación civil Luchemos por la Vida, durante 2017 murieron en todo el país 7213 personas en siniestros viales , 2172 de ellas en la provincia de Buenos Aires . Y de acuerdo con la misma organización, el alcohol al volante es una de las principales causas de los accidentes de tránsito que terminan con heridos graves o víctimas fatales.
Un reciente proyecto de ley presentado en la legislatura bonaerense propone enfrentar esa problemática castigando no solamente al conductor que haya bebido, como hasta ahora, sino también al resto de los ocupantes que hayan subido a un vehículo sabiendo que quien manejaba consumió alcohol en exceso o estupefacientes.
Presentado por el diputado provincial Guillermo Bardón, de Cambiemos , el proyecto sugiere modificar la Ley 13.927 para considerar falta grave “la cometida por toda persona mayor de 17 años que sea transportada de manera gratuita por un conductor que se niegue a realizar la prueba de alcoholemia o que conduzca en estado de intoxicación alcohólica, estupefacientes u otra sustancia que disminuya las condiciones psicofísicas normales”. En el caso de que el vehículo sea un ciclomotor “la edad será de 16 años”, indica el documento.
Entre sus fundamentos, el proyecto plantea que las campañas de prevención vigentes no han logrado “persuadir a la población sobre la necesidad que en un grupo de personas (sea familiar o de amistad) haya un conductor previamente designado que no ingiera sea alcohol o drogas y que pueda comandar en situación de seguridad un rodado”. Y por lo tanto considera que quienes son transportados sabiendo que el conductor no está en condiciones “resultan responsables también por acción u omisión de que ese vehículo donde viajan genera un riesgo para terceros y sí mismos”.
El proyecto castiga a los acompañantes con multas equivalentes al 50% de las que corresponden a un conductor alcoholizado
El castigo para los acompañantes será una multa “equivalente al 50% de la escala mínima y máxima que establece la reglamentación vigente para la sanción al conductor”. El infractor, de todas formas, tiene la posibilidad recurrir a la justicia contravencional para alegar que desconocía el estado del responsable del conductor al momento de ser transportado y quedar eximido de la multa.
“Lo que estoy proponiendo no es sancionar a alguien por la conducta irresponsable de otro, sino sancionar al acompañante que irresponsablemente se sube igual sabiendo que el conductor consumió -dijo Bardón, en diálogo con LA NACION-. El espíritu no es recaudatorio, sino de concientización de los riesgos de que alguien conduzca alcoholizado”.
Consultado sobre la posibilidad que tiene un infractor de evadir la multa argumentando un desconocimiento frente al juez de faltas, el legislador de Cambiemos opinó que incluso en ese caso se cumpliría el objetivo de concientizar. “Esa persona, cuando tenga que subirse a un auto con alguien que sabe que consumió alcohol, lo va a pensar dos veces. Yo creo que va a desestimular este comportamiento, porque además las multas no son menores”, expresó Bardón.
Como hace énfasis en la gratuidad del transporte y está pensado para el ámbito particular, la ley no es extensiva al transporte público ni al transporte privado comercial, como taxis y remises. Bardón indicó además que no plantea ninguna modificación en términos de responsabilidad civil o penal, es decir que en caso de un accidente al volante, los acompañantes seguirán sin ser responsables del comportamiento de quien conduce.