Protestas y desalojos violentos en seis ciudades del país

En Mendoza, la manifestación fue convocada por el FIT. En Buenos Aires hubo graves incidentes por la intervención de la Gendarmería Nacional.

Los reclamos sociales se empiezan a extender junto a la creciente cantidad de suspensiones y despidos de trabajadores -en especial de la industria automotriz-; también son consecuencia del el atraso en el pago de salarios y aguinaldos en algunas empresas. Pero la administración de Cristina Fernández volvió ayer a dejar en claro, y por segundo día consecutivo, que no tolerará las protestas: efectivos de la Gendarmería reprimieron con dureza a manifestantes que cortaron la Panamericana en solidaridad con los despedidos en una autopartista.

La Policía Federal también desalojó a activistas de izquierda de la Capital Federal que realizaron, más tarde, un corte en Corrientes y Callao para denunciar la represión en zona norte. También hubo cortes en Puente Pueyrredón y en accesos de Rosario, Córdoba, Tucumán, Mendoza y Jujuy. Las protestas se dieron en el marco de la “gran jornada nacional de lucha contra los despidos en autopartista Lear”, que organizó el activismo sindical de izquierda.

El conflicto en Lear, una autopartista que produce cables para Ford, se inició luego de que la empresa suspendiera a un centenar de empleados sin goce de haberes y despidiera a otros 100, según el delegado Rubén Matu. De acuerdo con el sindicalista, la firma impide el ingreso a los cinco integrantes de su comisión interna.

Ayer a las 5 am, es decir, una hora antes de que empezara el turno matutino en Lear, hubo un acto frente a la fábrica, ubicada en el kilómetro 31,375 de la Panamericana. Uno de los asistentes fue Facundo Moyano, diputado e hijo del jefe de la CGT opositora. La idea original era hacer un corte de tránsito ahí mismo. Pero por la presencia de tantos efectivos de Gendarmería, se decidió hacerlo a unos kilómetros de allí, en el cruce de Panamericana y avenida Henry Ford, General Pacheco.

Militantes de izquierda, estudiantes y activistas sindicales y de organismos de derechos humanos cortaron los carriles centrales que van hacia el norte de la autopista, entre las 7 y las 8.20. A esa hora, y después de haber ido a advertir tres veces a los manifestantes que serían desalojados, la Gendarmería avanzó. Lo hizo arrojando chorros de agua con camiones hidrantes y disparando balas de goma. El aire era irrespirable por la cantidad de cartuchos de gas lacrimógeno que tiraron los efectivos.

En el corte había alrededor de 300 personas. Al frente de la manifestación se pusieron el abogado y militante del PTS Carlos Platkowski y la nieta recuperada Victoria Moyano. Suponían que con su presencia lograrían disuadir a los gendarmes. No fue lo que sucedió.

En la cara me golpeó algo, creo que fue un cartucho de gas lacrimógeno pero también puede haber sido un bastonazo”, recordó a este diario el abogado. “Sufrí un corte en la frente (por el que me dieron cuatro puntos de sutura) y una fisura en la nariz”, agregó. El PTS distribuyó ayer fotografías de Platkowski con la cara ensangrentada.

Victoria Moyano sufrió golpes, aunque leves. “Charly me abrazó y me cubrió la cabeza para protegerme”, recordó la joven.

El operativo de Gendarmería fue violento y breve. En minutos lograron desalojar el piquete. La gente reaccionó tirando piedras y botellas vacías contra los efectivos. Hubo al menos 10 heridos. Anoche, al cierre de esta edición, cinco manifestantes seguían detenidos en una unidad de Gendarmería en Pacheco.

Christian Castillo, diputado provincial y dirigente del PTS, aseguró que el operativo de desalojo no fue autorizado por la Justicia Federal. “Esto no se sostiene más. Reprimen a los trabajadores mientras la empresa suspende y despide trabajadores de manera ilegal. Está clarísimo a quién defiende este Gobierno”, dijo el legislador.

El martes, la Policía Federal había desalojado a trabajadores ferroviarios que cortaron la General Paz para protestar por salarios y aguinaldos adeudados.