El Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés) 2018 continúa arrojando resultados. Como informó el Diario EL DIA, los datos de la muestra nacional dejaron al país en el puesto 63 entre 78 naciones, con un diagnóstico preocupante en Matemática, un estancamiento en Ciencias y apenas una leve mejora en Lengua. Lejísimos de los países más desarrollados. Y en los últimos lugares del ranking latinoamericano.
La tendencia es similar en la provincia de Buenos Aires, que por primera vez participó del estudio global de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) que cada tres años evalúa a alumnos de 15 años en lectura, Matemática y Ciencias.
No obstante, las evaluaciones realizadas en 89 escuelas de la Provincia y entre 2.073 estudiantes -la participación fue del 84 por ciento- muestran a los alumnos bonaerenses un poco mejor que sus pares nacionales y tucumanos en las tres áreas de estudio, pero por debajo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Córdoba (ver gráfico con promedios). Así surge del informe provincial al que accedió EL DIA y que las autoridades educativas presentarán en las próximas horas.
“Para nosotros es importante habernos separado del país con un mejor promedio”
Agustina Blanco, Directora Provincial de Evaluación y Planeamiento
“Hay una dependencia casi directa del nivel socioeconómico. Dime de qué casa vienes y te diré los resultados que tendrás” – Gustavo Iaies, Escuela de Gestión Educativa
Este año, PISA definió a la lectura como el dominio principal. De allí se desprende que más de la mitad de los alumnos evaluados en territorio bonaerense (52, 5 por ciento) tiene la capacidad suficiente como para interpretar y comprender un texto, pero hay una porción importante (47,5 por ciento) que no entiende lo que lee y se ubica en el más bajo de los umbrales de rendimiento. Entre los miembros de la OCDE, el porcentaje de quienes no llegan a los conocimientos básicos es de apenas el 22,6 por ciento.
Hay otra punta que también merece atención: sólo el 1 por ciento de los que cumplieron con la PISA en escuelas provinciales tiene un rendimiento avanzado; el promedio OCDE es de 8,7.
Y sin embargo, la situación nacional resulta más acuciante que la reflejada en la muestra distrital: en el país, son más de la mitad (52,1 por ciento) los que se ubican por debajo del mínimo. Por eso, aunque la diferencia entre Nación y Provincia pueda parecer mínima, la Directora Provincial de Evaluación y Planeamiento de la Dirección General de Cultura y Educación, Agustina Blanco, observa una “tendencia positiva en las prácticas del lenguaje”, algo que, asegura en diálogo con este diario, se manifiesta en la reducción de las tasas de repitencia (ver aparte). “Para nosotros es importante habernos separado del país con un mejor promedio”, subraya Blanco.
Como se dijo, la PISA, que se tomó en septiembre de 2018 con aplicadores externos, marcó la primera participación de la Provincia en la muestra global. ¿Será la última? “Ojalá que no y las pruebas continúen con la próxima gestión, porque te dan mucho insumo para diseñar políticas educativas. Lo interesante es seguir la evolución, ver cómo estamos dentro de tres años”, valora la funcionaria y, en la línea gubernamental que defiende las pruebas estandarizadas, destaca también a Aprender, “que debería quedar como política de Estado”.
Aprender mide cuánto saben los alumnos sobre determinados contenidos curriculares; en cambio, PISA busca probar la habilidad de los estudiantes para aplicar los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida en situaciones nuevas o desconocidas de la sociedad actual. Pese a esas diferencias metodológicas, ambos operativos de evaluación se encuentran en un punto central: las serias dificultades de los alumnos en Matemática.
En la Provincia, más de 6 de cada 10 chicos -un poco menos que la media nacional- no pueden resolver el más básico de los problemas realizando “interpretaciones literales de los resultados”, mientras que entre los países miembros de la OCDE sólo el 24 por ciento no llega a esos conocimientos. Apenas 3 de cada 10 alumnos de la Provincia se encuentran en el nivel 2 -el mínimo de desempeño- o superior. Y menos del 1 por ciento alcanza el rendimiento más avanzado; entre las naciones de la OCDE, ese porcentaje llega al 10,9.
A nivel nacional, la materia que más pesadillas despierta entre los estudiantes argentinos exhibe resultados más alarmantes, ya que son casi 7 de cada 10 los que no se acercan al mínimo.
¿Qué ocurre en las escuelas bonaerenses con Ciencias? Según PISA, el mal y buen desempeño se reparten por mitades: 49,7 por ciento en el nivel 1 o menor; 50,3 por ciento en el nivel 2 o superior. Mientras que apenas un 0,6 por ciento llega al nivel más avanzado; contra el 6,8 por ciento de la OCDE, donde nada más que 2 de cada 10 no obtiene buenos desempeños.
PROMEDIOS GENERALES
Con 413 puntos en el promedio general de comprensión lectora, la Provincia se ubica detrás de CABA (454) y Córdoba (427); pero por encima de Tucumán (389) y Argentina (402). Lejos de la OCDE (487), la muestra bonaerense se posiciona mejor que la media latinoamericana (407), superando a Perú, Panamá, República Dominicana, Colombia y empatando con Brasil, pero a una distancia considerable del líder de la región: Chile (452).
En Matemática, el resultado general de 387 puntos vuelve a colocar a la Provincia por sobre el promedio nacional (379) y Tucumán (364), pero nuevamente mirando desde abajo a CABA (434) y Córdoba (400). La nota, que prácticamente empata con la media de la región, sólo supera al promedio dominicano, panameño, brasilero y argentino. Uruguay, con 417,7, y Chile, con 417,4, lideran el ranking de los diez países latinoamericanos que participaron en PISA. Como el país, la Provincia mira en lontananza a las naciones de la OCDE, cuyo promedio en esta asignatura es de 489 puntos.
Con respecto a Ciencias, la Provincia, con 413 puntos, está detrás de CABA (455) y Córdoba (427), mientras supera al promedio argentino (404) y a Tucumán (391). Por encima de la media regional (403), empata con Colombia y supera a Perú, Brasil, Panamá y República Dominicana. De nuevo, se encuentra lejos de Chile (443,6) y de los miembros de la OCDE (488,7).
Sobre la base de estos resultados, el director de la escuela de Gestión Educativa para el Observatorio Argentinos por la Educación, Gustavo Iaies, apuntó: “Podemos pensar en jurisdicciones para las que hicieron la experiencia provincial, y casi nos lleva a una dependencia directa del nivel socioeconómico. Dime de qué casa vienes y te diré los resultados educativos que tendrás”. Pues, entre otras cuestiones, las PISA ratificaron que a mayor índice socioeconómico, mayores son los puntajes. Y que la brecha de desempeño en los estudiantes de escuelas de gestión estatal y privada continúa siendo significativa a favor de esta última, a la vez que incide el sector socioeconómico de origen del estudiante que asiste a uno u otro tipo de escuela.
La muestra provincial a la que accedió este diario no se detiene en los factores que podrían incidir en el rendimiento de un alumno. Sobre esos resultados, que, como se indicó, están lejos de la media mundial y de los mejores promedios en el plano regional, Agustina Blanco propone una mirada “esperanzadora”. Porque “es cierto que en Matemática, por ejemplo, estamos mal, que no nos puede dar igual esto y que si nos quedamos sólo con lo que nos dicen las cifras, el balance es malísimo. Pero logramos despegarnos del promedio nacional, lo que quiere decir que algo bien hemos hecho en la jurisdicción. En este sentido, es la tendencia lo que nos tiene que importar: ver cómo estamos hoy, mirar lo que nos dicen las PISA, para mejorar mañana”.