La publicación en este medio de la puja existente en el seno del club náutico y su actual comisión directiva presidida por la ex senadora Susana Salerno trajo un conjunto de repercusiones en el ámbito mismo de la ciudad y en el propio club el cual decidió de manera “express” expulsar al denunciante Fernando Herrera.
En respuesta a lo publicado en N&P, en primer lugar enviaron a esta redacción un e-mail firmado por Juan Agra que rezaba “Agradeceré que la redacción se comunique con el Club Náutico Mar del Plata para que publiquen las desmentidas de todas y cada una de las acusaciones que se vierten en la nota del CNMP”.
Al imperativo contestamos por el mismo medio señalando que tenían a su disposición ejercer el derecho a replica. Eligieron la vía de una carta documento, firmada por Eva Adelina Triguero. En la misma, nos instan a no publicar desde la recepción más nada al respecto del club náutico. Citamos “atento lo dicho y a fin de no interferir en un procedimiento disciplinario interno de la institución, lo INTIMAMOS se abstenga de difamar injustificadamente a esta institución y a los miembros que la conforman, con argumentos maliciosos y alejados de la realidad de los hechos”.
Previamente, la carta documento niega todos y cada uno de los hechos denunciados por Herrera, y que dieron lugar a nuestra publicación. De cada dicho de Herrera hay documentación que lo sostiene. Lo publicado se atiene a los hechos, y se debe señalar que “difamar injustificadamente” es cuando menos un hallazgo del uso del idioma. Si hay difamación es siempre injustificada. ¿Que difamación podría ser justificada?
El centro de la cuestión, que es la controversia desatada por la relación con el asociado Fernado Herrera, al cual expulsaron, tiene varias lecturas. Una, es obvio que están dando una fuerte pelea interna, generando un boca a boca tremendo, y cuestionado la honorabilidad de Herrera por cuestiones dañosas de su pasado, que por años eligieron ignorar y que, ahora ante la controversia, se instalan impiadosamente. Dos, la familia Herrera ha contestado por e-mail y señala que: “Con fecha 8 de abril del presente año he sido notificado de mi expulsión del Club en forma inmediata, con el desapoderamiento del cofre guardarropa que usa mi hijo Nicolás de 11 años, indicando el ingreso por única vez con guardia a efectos de retirar mis pertenencias y las de mi familia.
He leído atentamente los fundamentos de semejante sanción, considerando la misma como ilegal y arbitraria, en sus causas, sus fundamentos y parte resolutiva.
La historia del Club no ha tenido ningún caso de expulsión a la fecha, ni por cuestiones de religión ni de ideas y considero ésta la primera ocasión de calificar a la sanción impuesta como ilegal, arbitraria, desproporcionada y discriminatoria”.
Herrera agrega en esa misiva: “Considero lógico que esta Comisión Directiva se haya sentido afectada emocionalmente por la imposibilidad de obtener un resultado positivo en la última Asamblea Extraordinaria del 31 de enero, como así también, por la indicación acerca de ciertas actitudes de algunos de sus miembros por la comisión de acciones anti estatutarias, pero de ninguna manera semejante situación justifica la eliminación de uno de los socios por una posición ideológica contraria a la actual gestión” Rematando en un párrafo significativo: “La expulsión aplicada por esta Comisión Directiva no hace más que demostrar una vez más su actitud al margen de la ley, utilizando la violencia institucional para disciplinar intelectualmente a sus opositores, lo que les dará a alguno de ustedes una satisfacción personal y temporaria de eliminación de un adversario, pero de ninguna manera podrá detener una sensación de desagrado general por tamaña injusticia.
La violencia ya es una epidemia en nuestra comunidad y los integrantes de la actual Comisión Directiva no son ajenos a esa situación.
Llama la atención también, que uno de los principales indicados (Dr. Maximiliano Mastakas) con las pruebas aportadas que lo involucran con actitudes anti estatutarias, haya sido también sindicado en estos días por la Justicia local, para ser investigado con motivo de su accionar personal por hacer abortar la última consulta popular en nuestra ciudad por la Policía Municipal”
Como se vera hay una controversia que es publica y notoria que no signar periodísticamente implicaría un abandono de un concepto básico de este medio: ROMPER EL CERCO INFORMATVO.