Vladimir Kara-Murza se enfrenta, entre otros, a cargos de traición en el proceso judicial.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, quiere deshacerse de otro opositor, Vladimir Kara-Murza, que se juega 25 años en la cárcel en un juicio a puerta cerrada tras hablar mal de él y del Kremlin, que ha empezado este lunes. Este proceso es el último de una serie de casos contra voces de la oposición en Rusia, en una represión que se ha intensificado desde que el presidente Vladímir Putin ordenase la invasión de Ucrania el año pasado.
Kara-Murza se encuentra en la lista de agentes extranjeros, una etiqueta que recuerda a la de «enemigo del pueblo» que se utilizaba en la época soviética para aislar a los disidentes. Entre otros cargos, Kara-Murza, de 41 años, está acusado de alta traición, difusión de información «falsa» sobre el Ejército ruso y pertenencia a una «organización indeseable». «Hemos vuelto a la época estalinista. A enormes sentencias estalinistas», ha declarado Vadim Prokhorov tras la vista del lunes, en referencia al dictador soviético Josef Stalin, el mayor genocida de la historia europea.
Kara-Murza fue detenido en abril de 2022 acusado de difundir, a juicio de las autoridades rusas, «noticias falsas» sobre el Ejército ruso después de que pronunciase un discurso sobre la ofensiva rusa en Ucrania ante los miembros de la Cámara Baja de Arizona (Estados Unidos) en marzo de 2022. Posteriormente, en agosto de 2022, Kara-Murza fue acusado de estar afiliado a una «organización indeseable» por participar en una conferencia de apoyo a los presos políticos. Mientras, en octubre fue acusado de traición por unos comentarios críticos con Moscú realizados en tres actos públicos en el extranjero.
Ciudadano ruso de nacimiento, Kara-Murza obtuvo la nacionalidad británica tras trasladarse al Reino Unido con su madre cuando tenía 15 años. El opositor a Putin asegura que ha sido envenenado dos veces, en 2015 y 2017, por sus actividades políticas, pero en los últimos meses se ha negado a abandonar Rusia. Educado en Europa, era un estrecho colaborador del líder de la oposición Boris Nemtsov, asesinado a tiros cerca del Kremlin en 2015, y de Mijaíl Jodorkovski, antiguo oligarca convertido en crítico de Putin.
En los últimos meses, no sólo los activistas y periodistas han estado en el punto de mira del Kremlin, sino que también hombres de negocios y personas vinculadas al Gobierno ruso en el pasado han perdido la vida en extrañas circunstancias tras manifestar su oposición a Putin.
Leonid Shulman – Director de Transporte de Gazprom – Se suicidó en el baño de su casa el 30 de enero de 2022 en Rusia.
Alexander Tuylakov – Subdirector de Grazprom – Sufrió un ataque el 25 de febrero de 2022 en Rusia.
Mikhail Watford – Hombre de negocios – Encontrado muerto el 28 de febrero de 2022 en su garaje en Inglaterra.
Vasily Melnikov – Propietario de Medstorm – Encontrado muerto en su casa en Rusia con su mujer y sus hijos también muertos el 23 de marzo de 2022.
Sergei Protosenya – Ex vicepresidente de Novatek – Encontrado ahorcado en España en su jardín con su mujer y una hija muertas acuchilladas en su cama el 19 de abril de 2022.
Yuri Voronov – Presidente de Astra Shipping – Encontrado muerto en la piscina en su casa de Rusia el 4 de julio de 2022.
Marina Yankina – Jefa del Departamento Financiero del Ministerio de Defensa – Murió al caer por la ventana de un edificio de 16 pisos en Rusia el 12 de febrero de 2023.
Viatcheslav Rovneiko – Ex espía del KBG, magnate del petróleo – Encontrado muerto en su casa en Rusia el 22 de febrero de 2023.