¿Cómo hacer que nuestro dinero esté protegido de la mejor forma posible? Por más surrealista que parezca, las alas de las mariposas podrían tener la respuesta.
Cada una de las decenas de miles de escamas —invisibles a simple vista— que componen las alas de estos insectos mide entre 70 y 250 micras. Son como una obra de pintura puntillista de elevada precisión, diferente para cada la especie.
Lo más importante es que, además, cada escama es única.
Pero ¿cómo aplicar este ingenio de la naturaleza a los sistemas de seguridad que usamos hoy día para hacer únicos nuestros billetes, documentos de identidad y tarjetas de crédito?
Un grupo de científicos del Instituto de Física de Belgrado, en Serbia, ha desarrollado un revolucionario sistema para evitar falsificaciones.
Su nombre es Teslagram—en honor al inventor serbio Nikola Tesla— y aseguran que es “el mejor tipo de protección del mundo”.
Escamas únicas
Dejan Pantelic, el físico detrás de la idea, ha creado junto a un equipo de 20 personas —biólogos, ingenieros y científicos— una tarjeta bancaria cuyos chips fueron reemplazados por un sistema que tiene estampadas las escamas de las alas de las mariposas.
“Esas escamas son de un tamaño microscópico. Sobre ellas, hay una estructura de pequeñas partículas, que es la responsable de los colores que vemos en las alas”, le contó a la BBC Marija Mitrovic Dankulov, una de las investigadoras involucradas en el proyecto.
“Usamos la física y la ciencia para averiguar cosas sobre esas estructuras y calcular la complejidad de cada escama”.
Y al observar la ecuación matemática, descubrieron que no existen dos escamas del mismo tipo.
“De la misma manera que no hay dos huellas digitales iguales, tampoco hay dos escamas iguales”, le contó a la BBC Saša Lazović, el director del Centro de Innovación del Instituto de Física.
Pero, ¿cómo llegaron a esa conclusión?
Marija dice que todo comenzó con una investigación sobre los colores de las mariposas, pero después se dieron cuenta de que “había algo más”.
El trabajo fue arduo. A veces, de más de 70 horas por semana.
“El primer paso fue obtener la escama. Hay una alta densidad de escamas por ala, unas 100.000 en cada una, por eso nonecesitamos demasiadas”, dice Saša Lazović.
“Con un pequeño número de mariposas puedes proteger un gran número de datos”.
“Después, desarrollamos un algoritmo de lectura que fuera capaz leer información de las escamas y compararla”, añade Marija.
Investigaron entonces cómo distinguir cada escala de manera electrónica para poder aplicar ese método a la tecnología.
“Hicimos un análisis estadístico que demuestra que hay una probabilidad muy muy muy pequeña de que haya dos escamas del mismo tipo. Y con eso quiero decir que es más pequeña que el número de átomos en el universo”.
Por último, hicieron un escáner digital de la estructura microscópica de las escalas de las mariposas para poder estamparla en una tarjeta.
“Nadie podrá tener exactamente la misma tarjeta que tu”, dice Saša.
El proyecto cuenta con una patente del Banco Mundial y la marca ya está registrada. El objetivo de los científicos es que su sistema no solo se usa en tarjetas, sino también en otro tipo de documentos, desde billetes hasta pasaportes e incluso obras artísticas.