Lucas Gastón I. fue acusado por el fiscal Malaponte, en audiencia imputativa, como coautor del robo simple sufrido por una joven madre en Liniers y Marcos Paz el sábado 22de marzo.
Lucas Gastón I. fue acusado por el fiscal Florentino Malaponte, en audiencia imputativa, como coautor del robo simple sufrido por una joven madre en Liniers y Marcos Paz el sábado 22 de marzo pasado. A la hora de fijar la prisión preventiva, la jueza Raquel Cosgaya le impuso 30 días, plazo que fue requerido como tope por las defensoras oficiales del joven, quien quedó alojado en la alicaída de Jefatura. El muchacho es quien manejaba la moto en la que circulaba David Daniel Moreira, el pibe de 18 años que tras el robo de una cartera fue linchado por un grupo de vecinos de barrio Azcuénaga y murió tres días más tarde. Ese asesinato también es investigado por el fiscal Malaponte, de la Unidad Especializada en Homicidios.
Al imponer la prisión preventiva, la jueza consideró que existían las evidencias necesarias para esta instancia y denegó el pedido de morigeración de pena solicitado por las abogadas Daniela Lamas y Silvana Asinari, de la Defensoría Pública Adjunta. Las profesionales habían requerido que Lucas Gastón I., quien el jueves se entregó en la Fiscalía Regional, pasara los 30 días de prisión en su casa y bajo la garantía de sus padres.
Al ingresar escoltado por un policía a la sala donde se desarrolló el trámite, Lucas Gastón I. miró de reojo a su madre y a su hermanito menor y se sentó en medio de las dos defensoras oficiales. Tras ello el fiscal Malaponte, flanqueado por su par Pablo Pinto, relató como fueron los hechos ocurridos el sábado 22 de marzo. Según la acusación, a las 17 Lucas I. manejaba su moto Guerrero 125 roja por Liniers y Marcos Paz. Como acompañante iba David Daniel Moreira. Cuando pasaron frente a A.M., una mujer que llevaba en brazos a su pequeña hija, la marcaron. Dieron una vuelta y Moreira le robó la cartera. “No te das cuenta que tengo la nena en brazos”, recordó el fiscal que dijo la mujer. “Dame la cartera igual”, habría respondido Moreira antes de sacarle el bolso tironeándola. Tras el robo, los jóvenes rodaron con la moto por el pavimento. Lucas I., huyó a la carrera dejando tirada la moto y en soledad a Moreira, que fue linchado por un grupo de vecinos, episodio investigado en paralelo.
Cuando la jueza Cosgaya le preguntó a Lucas si quería hablar, el pibe dijo que no. Luego se conocería por boca del fiscal que, según el padre del muchacho, Lucas tiene severos problemas de adicción por el consumo de pastillas, cuatro anotaciones judiciales como menor por delitos contra la propiedad y una causa abierta en 2012 por el juzgado Correccional 10ª.
Posiciones. Al discutir si correspondía la prisión preventiva, el fiscal Malaponte no tuvo contemplaciones. “El robo simple tiene una escala de condena de un mes a 6 años. ¿Dónde nos posicionamos?” para establecer una pena de prisión preventiva, se preguntó. Expuso la debilidad de la víctima (“¿hay alguien más débil que una mujer con una criatura en brazos?”), y que los jóvenes siguieron adelante con el plan: “Robaron la cartera porque en el forcejeo la correa se cortó”, dijo el fiscal. Expuso que Lucas se fugó del lugar y que aunque se allanó su casa no se encontraron los objetos robados. Y dijo: “Se presentó por el clamor social que tuvo la exposición del tema a partir del crimen de Moreira”.
A su turno, la abogada Lamas expuso la posición de la defensa: “No hay elementos para ubicar a Lucas I. en el lugar del hecho. No hay testimonios que lo coloquen en ese sitio. La moto estuvo, pero él no”. Y pidieron su liberación. Luego fue el tiempo de Silvana Asinari, quien fue por la pena subsidiaria y requirió la prisión domiciliaria para el muchacho poniendo a los padres como garantía. Y como fundamento hizo un diagnóstico público de las pésimas condiciones de detención existentes en las cárceles y comisarías rosarinas (ver página 37). Otro dato que abrió el debate fue la presentación espontánea de Lucas, hecho que la defensa mostró como valorable aunque para el fiscal fue fruto del contexto. Al momento de resolver, Cosgaya dijo que si bien “no hay vinculación con el otro hecho (el asesinato de Moreira), sabía por la repercusión pública que lo estaban buscando y a pesar de todo, se tomó su tiempo suficiente para presentarse”. Entonces ordenó prisión preventiva para el muchacho.