Miles de hindúes incendiaron una decena de casas del pueblo vecino tras encontrar el cadáver del joven.
Tres musulmanes murieron quemados vivos después de que miles de hindúes incendiasen una decena de casas en un pueblo del norte de la India, en respuesta al asesinato de un joven hindú que mantenía un idilio con una musulmana de una localidad vecina.
La Policía ha arrestado 14 personas tras los disturbios ocurridos en la tarde del domingo en el pueblo de Azizpur (estado de Bihar), en los que participaron «unas 5.000 personas», según informaron fuentes policiales a los medios locales.
El hallazgo del cadáver del hindú Bhartendu Sahni, de 19 años y cuya desaparición había sido denunciada el 9 de enero, provocó la furia de sus allegados que vincularon su muerte a la relación que mantenía con una joven musulmana de un pueblo vecino.
«Estábamos tranquilamente cuando de repente apareció la multitud y empezó a incendiar las casas y a golpear a los que se encontraban allí. Corrimos para salvar nuestras vidas. Mi familia -su marido y dos nietos- aún no han regresado», aseguró Marmuni Biwi, de 65 años, al canal indio NDTV.
Las televisiones locales mostraron imágenes de casas, mobiliario urbano y vehículos incendiados, aunque hoy la situación se encontraba «tensa pero bajo control», de acuerdo con fuentes policiales.
El jefe de Gobierno de Bihar, Jitan Ram Manjhi, ordenó una investigación en profundidad de lo sucedido y su Ejecutivo anunció ayudas de 500.000 rupias (unos 7.000 euros) a las familias de los fallecidos y 50.000 rupias (700 euros) a las de los heridos.
Choques entre hindúes y musulmanes
Entre finales de agosto y comienzos de septiembre de 2013, en el vecino estado de Uttar Pradesh, una ola de enfrentamientos entre hindúes y musulmanes generó 62 muertos -42 de ellos musulmanes y 20 hindúes-, además de 93 heridos y unos 50.000 desplazados.
El desencadenante varía según la versión de cada parte, ya que unos hablan de una simple discusión de tráfico y otros de que una chica hindú fue molestada por jóvenes musulmanes.
Choques entre hindúes y musulmanes se han repetido en los últimos años en la India, con episodios tan sangrientos como los desencadenados en el propio Uttar Pradesh en 1992 con más de 2.000 muertos o en el estado de Gurajat con cerca de un millar de fallecidos en 2002.