El actor Mark Ruffalo y otras 150 personas millonarias firmaron un pedido para que se le apliquen impuestas a sus grandes fortunas.
El actor estadounidense Mark Ruffalo, conocido por su papel de Hulk en las películas de Marvel, se ha sumado a un llamamiento de más de 150 personalidades con grandes patrimonios para que se les apliquen más impuestos, coincidiendo con el Foro Económico Mundial en Davos.
El actor es uno de los últimos firmantes de una carta abierta llamada «In Tax We Trust» («En los impuestos confiamos»), publicada por primera vez en una conferencia virtual de Davos en enero, a la que se sumó entonces una de las herederas del imperio Disney, Abigail Disney.
«Mientras el mundo ha sufrido inmensamente durante los dos últimos años, nosotros hemos visto aumentar nuestra fortuna durante la pandemia, pero pocos de nosotros, si es que hay alguno, puede decir honestamente que esté pagando una parte justa de impuestos», dice en la carta, actualizada coincidiendo con el foro de Davos esta semana.
El grupo de «millonarios patrióticos» detrás del llamamiento afirma que el número de firmantes de la carta ha pasado de 100 en enero a más de 150 en mayo.
Su presidente, Morris Pearl, exdirector ejecutivo del gigante financiero Blackrock, prometió en un comunicado que «seguirá presionando a los líderes mundiales para que atiendan nuestro llamamiento: graven a los ricos antes de que sea demasiado tarde».
Sin embargo, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, dijo en una conferencia en la localidad suiza que el impuesto a los ricos es menos eficaz que otras medidas de recaudación.
«No genera necesariamente muchos recursos financieros», afirmó, explicando que «en términos de efecto político es atractivo, pero en términos de objetivos no es tan eficaz» como otros impuestos sobre la propiedad, por ejemplo.
Al contrario, según la directora ejecutiva de Ofxam, Gabriela Bucher, «el impuesto sobre el patrimonio tiene un gran alcance, ha sido probado y en algunos países funciona».
La oenegé hace campaña a favor de un impuesto de solidaridad único sobre la nueva riqueza adquirida por los multimillonarios durante la pandemia, con el objetivo de utilizar los recursos generados para proporcionar ayuda a los más pobres, a la espera de un impuesto más permanente.
Un nuevo multimillonario cada 30 horas
La oenegé Oxfam pidió gravar «urgentemente» a las grandes fortunas del planeta, en un informe publicado coincidiendo con el foro de Davos, y advirtió que los más pobres están sufriendo cada vez más de la inflación.
«Los multimillonarios acuden a Davos para celebrar un increíble aumento de sus fortunas», dijo Gabriela Bucher, la directora ejecutiva de la organización internacional en un comunicado. Según ella, «la pandemia [de covid-19] y ahora las fuertes subidas de los precios de los alimentos y de la energía han sido, sencillamente un golpe de suerte para ellos».
La pandemia, que hizo dispararse al alza las acciones bursátiles de las empresas tecnológicas, creó un nuevo multimillonario cada 30 horas, es decir, 573 nuevos ultrarricos, asegura la oenegé en un informe llamado «La urgente necesidad de gravar a los ricos».
Oxfam basa sus cifras en la clasificación de la revista Forbes de las personas más ricas del mundo y en los datos del Banco Mundial.
Frente a este aumento de la riqueza, 263 millones de personas caerán en la pobreza extrema este año (un millón de personas cada 33 horas), según sus previsiones, debido a la creciente inflación en muchas partes del mundo, impulsada principalmente por los precios de la energía y los alimentos.
«Estamos revirtiendo décadas de progreso en materia de pobreza extrema, con millones de personas que se enfrentan a costes imposibles para simplemente mantenerse con vida», dijo Bucher.
Para hacer frente a este problema, la oenegé pide varias medidas fiscales, entre ellas un impuesto de solidaridad único sobre la nueva riqueza adquirida por los multimillonarios durante la pandemia, con el objetivo de utilizar los recursos que se obtengan para apoyar a los más pobres y lograr «una recuperación justa y sostenible» tras la pandemia.
También propone un impuesto temporal sobre los beneficios extraordinarios obtenidos en los últimos años por las multinacionales de los sectores alimentario, farmacéutico y petrolero, por ejemplo.
Un impuesto anual del 2% sobre los millonarios y del 5% sobre los multimillonarios generaría 2.520 millones de dólares al año, según los cálculos de la organización, una suma que podría sacar a 2.300 millones de personas de la pobreza extrema, distribuir vacunas suficientes para todo el planeta y dotar a todos los países pobres de cobertura sanitaria.