Un policía murió y otro resultó herido este viernes después de que un conductor los atropellara fuera del perímetro de seguridad del Capitolio de Estados Unidos, antes de salir del auto -cuchillo en mano- y ser abatido. También falleció el agresor, a quien habían internado junto con los oficiales tras el enfrentamiento. Sería un ciudadano estadounidense de 25 años del estado de Indiana, identificado como Noah Green.
Por el momento, las autoridades no consideran este asalto -ocurrió tres meses después de la violenta toma del Congreso- como un acto relacionado con el “terrorismo” e indicaron que no existe una amenaza en curso. De todos modos, al hablar con los medios, Robert Contee, el jefe de la policía Metropolitana de Washington, indicó: “Tenemos que seguir investigando”.
El incidente se produjo a las 13.02 (hora local) cuando el sospechoso atropelló a los dos agentes que custodiaban la barrera norte del Capitolio, indicó la jefa de la policía del Congreso, Yogananda Pittman. En ese momento, el atacante salió del vehículo con un cuchillo en la mano y no respondió a las advertencias que le hicieron los agentes presentes en el lugar, tras lo cual los policías le dispararon.
”Uno de nuestros agentes sucumbió a sus heridas”, dijo Pittman en una conferencia de prensa. Poco después, el cuerpo policial identificó al agente fallecido como William F. Evans e indicó que llevaba 18 años de servicio. El otro uniformado está estable y fuera de riesgo.
Las autoridades informaron que el sospechoso murió poco después de las 13.30. Los medios estadounidenses informaron que se identificó al atacante como Noah Green: un afroamericano nacido en Indiana, de 25 años, y seguidor “Nación del Islam”: un movimiento afroamericano nacido en 1930, con sede en Detroit, que se describe a sí mismo como una “secta islámica militante”.
También publicaron algunos extractos de su perfil de Facebook, que ya fue desactivado. En tanto, Pittman dijo que no hay indicios disponibles sobre sus motivaciones o expedientes policiales sobre él.
Green se graduó en la Universidad Christopher Newport, Virginia, donde jugó al fútbol americano y obtuvo un diploma en finanzas en 2019, según confirmó la institución.
Algunas de sus publicaciones realizadas en marzo sugirieron que tenía un elevado nivel de desesperación y paranoia. Green había expresado que estaba desempleado y que tenía problemas de salud, e hizo referencias a conceptos bíblicos sobre el fin de los tiempos. Sumado a esto, escribió que había enfrentado “pruebas inimaginables” y que ahora estaba “en busca de un viaje espiritual”.
Por otro lado, en una publicación, aseguró haber sido atormentado por el FBI y la CIA, y hospitalizado y sometido a “control mental”. Y elevó la acusación al tildar al gobierno de ser “el enemigo número uno de los negros”.
También contó que era seguidor de Louis Farrakhan, líder del movimiento “Nación del Islam”, conocido por su antisemitismo.
Facebook informó que había eliminado la cuenta de Green tanto de esta red social como de Instagram, y dijo que eliminaría “cualquier contenido que elogie, apoye o represente al ataque o al sospechoso”.