De 47 años y con dos hijos, la mujer del opositor se ha negado a dar el salto a la política en el pasado.
Yulia Navalnaya se está convirtiendo en una figura política. Para algunos comentaristas es la persona que puede liderar y unir a la oposición rusa ahora que su marido Alexei Navalni ya no está. ¿Qué se sabe de Yulia? ¿Tiene ambiciones políticas? ¿Piensa igual que su esposo acerca del futuro de Rusia? En una entrevista en el pasado, el propio Navalni afirmó que su mujer tiene un pensamiento “más radical” sobre la deriva del país bajo el mandato de Putin.
Ambos se conocieron en 1998, durante unas vacaciones en Turquía y dos años después se casaron. Yulia Navalnaya, que ahora tiene 47 años, era economista pero dejó su trabajo en un banco ruso para dedicarse a la crianza de sus dos hijos -Daria, de 23 años, y un hijo, Zakhar, de 15- cuando la carrera política de Navalni despegó en Rusia como figura emergente de la oposición. Su padre fue un respetado científico llamado Boris Alexandrovich Abrosimov y su madre trabajaba para el Ministerio de Energía.
Cuando Navalni fue encarcelado, Navalnaya dijo que no seguiría el camino de Sviatlana Tsikhanouskaya, quien se convirtió en líder de la oposición de Bielorrusia después de que su marido fuera encarcelado. Navalnaya siempre ha insistido en que es principalmente una madre y una esposa sin interés en dedicarse a la política.
En 2020, Navalni sobrevivió a un intento de envenenamiento en la ciudad siberiana de Omsk. Fue llevado para recibir tratamiento a un hospital en Berlín, Alemania, donde los médicos dijeron que había “pruebas inequívocas” de que era víctima del agente nervioso Novichok. Ella quien hizo todo lo posible para que lo trasladaran en un avión sanitario a Alemania. Mientras su marido luchaba por su vida en la clínica, ella se encargaba de informar periódicamente a los periodistas sobre su estado. Las primeras palabras de Navalni tras despertar del coma fueron para ella: “Yulia, me salvaste”.
Ambos se vieron por última vez hace dos años. Ambos destacaron por su enorme valentía y en todo momento apoyó a su esposo en su lucha contra la corrupción del Kremlin y la deriva autoritaria del país. Nunca perdió la esperanza de volver a su esposo con vida tras la dura sentencia de 19 a la que había sido condenado, pena que cumplía en una de las cárceles más duras de Rusia. “Espero y creo que veré libre a Alexei. No hay nada imposible cuando estás enamorado”, dijo a Der Spiegel en una entrevista.
Hoy Yulia participará en una reunión con los ministros de Asuntos Exteriores de la UE y con el presidente del Consejo, Charles Michel, invitada por Bruselas en un acto que pretende ser un “potente mensaje de apoyo a quienes luchan por la libertad en Rusia” y honran la memoria de Navalni, ha destacado el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, en un mensaje en X.