El presidente de la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera habló en la 99.9 sobre la potencialidad de la actividad y además, señaló que las provincias deben legislar en ese sentido.
Entre las múltiples actividades que en el país no están desarrolladas en su máximo potencial, la acuicultura se destaca porque, a pesar de ello, ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos años.
Así lo advierten desde la Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera, cuyo presidente Raúl Cereseto, habló en la 99.9: “la acuicultura creció un 500% en los últimos tres años y estamos sorprendidos con los números. En 2020 había una producción de 2.090 toneladas y el 2023 terminó con una producción de 10 mil toneladas. En 2024, con las inversiones que ya se realizaron, se estima una producción de entre 12 y 13 mil toneladas. Lo que necesitamos es que la actividad esté regulada por leyes provinciales”.
Lo que destacó Cereseto es que las provincias deben tener una regulación específica y es justamente lo que están reclamando: “esta actividad se puede hacer en cualquier provincia argentina que tenga un cuerpo de agua. Puede ser en ríos, arroyos, lagos o lagunas porque ahí se pueden criar especies. La Constitución Nacional establece que los recursos naturales le corresponden a las provincias y son las que están obligadas a hacer reglas claras”.
En la actualidad, hay algunos gobiernos provinciales que tienen leyes al respecto pero no son muchas. “No todas las provincias tienen leyes de acuiculturas y hay algunas que les falta desarrollo para establecer normas claras ya que se necesita invertir en largo plazo. Es triste ver como, ante la duda, prohíben la cría de salmón, por ejemplo. Es una acuicultura que podemos no hacer, tenemos que trabajar en una acuicultura sustentable, sin medicinas, hay muchos biólogos con mucha experiencia que entienden muchísimo del tema”, remarcó.
Para desarrollarse de manera integral, señaló que luego de la legislación, también se necesitaría cierto intercambio informativo para conocer como se está trabajando en algunos lugares del planeta: “se necesita mucha transferencia tecnológica y para eso tienen que interactuar lo público con lo privado. Hay que formar profesionales idóneos en la materia. Es una actividad que puede ser revolucionaria para Argentina”.