Cientos de británicos musulmanes han ido a la guerra de Siria; 40 de ellos han sido arrestados este año a su vuelta a Reino Unido.
Los responsables de las fuerzas antiterroristas británicas han hecho un llamamiento sin precedentes a las mujeres de la comunidad musulmana para que disuadan a sus maridos e hijos de viajar a Siria como combatientes yihadistas. La puesta en marcha hoy de una campaña nacional pidiendo la intervención de estas mujeres responde a la inquietud del Gobierno ante el creciente número de ciudadanos británicos que se han unido a la lucha contra el régimen de Bashar El Assad.
La campaña, centrada principalmente en las ciudades de Londres, Birmingham y Manchester, supone un cambio de tono en la estrategia de la policía, que hasta ahora se centraba en amenazar con el arresto –e incluso la presentación de cargos- de aquellos musulmanes británicos interceptados a su vuelta de Siria. Cuarenta personas han sido detenidas en lo que va de año en esas circunstancias, una cifra que dobla el total registrado en 2013. Son algunos de los que regresaron de entre los centenares que, según las estimaciones de las autoridades, se han desplazado desde el Reino Unido hacia el país árabe. Otros países europeos han iniciado programas diversos para evitar que sus jóvenes musulmanes se unan a la guerra siria.
El Gobierno de David Cameron tiene constancia de la muerte de al menos una veintena de esos hombres en el conflicto, entre ellos Abdul Waheed Majeed, un padre de tres hijos que se convirtió en el primer británico responsable de un atentado suicida en Siria, y un adolescente de Brighton cuyo nombre no ha sido difundido.
A partir de hoy, agentes de la unidad antiterrorista de la policía y funcionarios que trabajan en la prevención del extremismo organizarán reuniones con representantes de las mujeres de la comunidad musulmana para pedir la colaboración de madres, esposas y hermanas. “Queremos asegurarnos de que las familias preocupadas por sus seres queridos, y especialmente las mujeres, reciban la información suficiente sobre lo que pueden hacer para impedir esos viajes en los que se enrolan sobre todo hombres jóvenes”, ha subrayado la coordinadora nacional del proyecto, Helen Ball.
La mayoría de familias musulmanas del Reino Unido no quieren que sus hijos se trasladen a Siria para participar en aquella guerra pero, incluso en el supuesto de que conozcan sus planes, muchas se resisten a acudir a la policía ante el temor de que se les catalogue como potenciales terroristas.