Vidal quiere reducir la discrecionalidad política en la selección de los magistrados.
La intención de reformar el sistema de selección de jueces y fiscales bonaerenses lleva meses de estudio en el gabinete de María Eugenia Vidal , pero la reciente excarcelación de los ocho comisarios vinculados a los sobres hallados en la Departamental de La Plata colmó la paciencia de la gobernadora bonaerense y aceleró los planes de su ministro de Justicia, Gustavo Ferrari.
Según pudo saber LA NACION, Ferrari convocará en los próximos días a especialistas para introducir una serie de mejoras en el proceso de selección y formación de jueces y fiscales. Dos son centrales: la creación de una escuela judicial obligatoria para acceder a una magistratura y la puesta en marcha de un mapa interactivo judicial, de libre acceso, que deje en evidencia, por ejemplo, en qué juzgados se acumulan causas sin resolución.
La escuela judicial que pretenden Vidal y Ferrari sigue el modelo de la Escuela Nacional de la Magistratura de Francia, y la intención es que sea un paso previo obligatorio tanto para los abogados que deseen acceder a un cargo de fiscal o juez como para los magistrados que procuren un ascenso.
“Será como la residencia para los médicos: quien quiera entrar o ascender en la Justicia deberá pasar por la escuela”, comentaron desde el entorno de Ferrari, para agregar: “Estamos pensando en dos años de enseñanza, pero que giren sobre las habilidades que necesita a diario un magistrado: teoría de la decisión, gestión de recursos humanos, administración de la oficina judicial, por ejemplo”.
Algunos de esos contenidos podrían ser aprovechados en los cursos de posgrado que ya se dictan en varias universidades.
Tras pasar por la escuela judicial, los aspirantes se presentarían al examen que manda la ley 11.868. Pero la idea de Cambiemos es modificar también el examen. “Los jueces no resuelven los casos a puertas cerradas y de memoria. No vemos por qué en un examen escrito no se puede consultar Internet o el teléfono, que es lo que hacen a diario los jueces. El examen oral y la entrevista permitirían contrastar esos resultados”, agregaron.
El tercer paso de esa selección es crucial: Ferrari quiere instaurar el orden de mérito de los candidatos, combinando los resultados de la escuela judicial, los exámenes escrito y oral, la entrevista y la evaluación psicológica.
Nota al margen: hoy, en la provincia, no existe el orden de mérito. El examen se aprueba o no y todos los que aprueban están en las mismas condiciones, no importa si lo hicieron con holgura o ajustados. Si cien candidatos pasan el examen para ser fiscal en un distrito, todos quedan en la misma condición y es la política la que los selecciona. La arbitrariedad y el peso de los “favores” se multiplican.
“La política va a seguir eligiendo, pero buscamos un nuevo sistema que elija la mejor terna posible de candidatos y que reduzca los niveles de discrecionalidad”, repite Ferrari entre los suyos. “Durante mucho tiempo, la preocupación de la sociedad y de los medios se centró en los procesos para echar a los jueces y no en el sistema para que se elijan a los mejores”, completa.
Un mapa judicial bonaerense
El segundo núcleo de la reforma pasa por la creación de un mapa judicial interactivo, que permita ver dónde se congestionan las causas o dónde hay cargos vacantes, por ejemplo. El subsecretario de Justicia, Adrián Grassi; el procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, y el Consejo de la Magistratura trabajan en la elaboración de ese mapa desde el año pasado.
De libre acceso, el mapa podría convertirse en una herramienta de control -y presión- sobre la Justicia. Vidal parece interesada en que lo sea. Así lo dio a entender el miércoles, durante una entrevista radial en la que mostró su enojo con los jueces que excarcelaron a los ocho comisarios platenses acusados por corrupción. “Es una vergüenza. Que los medios llamen a estos jueces y expliquen por qué lo hicieron”, reclamó.