El plan contempla el congelamiento de las facturas energéticas, una baja de impuestos a las ganancias, una reducción del impuesto al sellado en la compra de propiedades y la desregulación en el sector bancario, entre otras medidas. El gobierno espera que su plan evite la recesión.
El Gobierno británico presentó ante el Parlamento un presupuesto que contempla una drástica reducción de impuestos, tanto a los hogares como a las empresas, en un esfuerzo por impulsar la economía y combatir la inflación, un intento que es considerado por algunos economistas como el más grande desde 1972.
El Gobierno espera que su plan evite la recesión, tras la advertencia del Banco de Inglaterra, que anunció nuevamente el jueves una suba en las tasas de interés para parar la inflación.
Sin embargo, los economistas y los inversores expresaron su preocupación de que el paquete lleve la deuda del Tesoro a niveles insostenibles y avive la inflación.
El denominado minipresupuesto anunciado por el ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, contempla el congelamiento de las facturas energéticas, una baja de impuestos a las ganancias, una reducción del impuesto al sellado en la compra de propiedades y la desregulación en el sector bancario, entre otras medidas.
“El crecimiento económico no es un término académico sin conexión con el mundo real. Significa más trabajos, salarios más altos y más dinero para financiar servicios públicos, como escuelas y el NHS”, dijo Kwarten en una intervención en el Parlamento.
Aseguró que esto no sucederá de la noche a la mañana, pero los recortes de impuestos y las reformas que anunció este viernes, el paquete más grande en años, envían una señal clara de que el crecimiento es la prioridad del Gobierno.
También anunció que habrá nuevas áreas de inversión que atraerán inversiones comerciales y liberarán terrenos para nuevas viviendas en comunidades de todo el país.
Según el director del Instituto de Estudios Financieros, Paul Johnson, el anuncio de Kwarteng es “el mayor evento de reducción de impuestos desde 1972”, según consignó la cadena pública BBC.
En un mensaje en la red social Twitter, Johnson, comparó el anuncio con el presupuesto anunciado por el ex ministro conservador Anthony Barber hace 50 años.
“Ese presupuesto es conocido como el peor de los tiempos modernos”, dijo, tras recordar que Barber redujo los impuestos sobre las ganancias en mil millones de libras esterlinas y otorgó más concesiones fiscales a la industria para salvar puestos de trabajo.
Explicó que “desafortunadamente, los acontecimientos pronto demostraron que estaba equivocado, la inflación se disparó, impulsada por la libra recién lanzada y la primera crisis del petróleo” y además condujo también a la derrota de Edward Heath y su reemplazo por Margaret Thatcher al frente del Gobierno británico.
Los partidos de oposición cuestionaron fuertemente las medidas, que consideraron demasiado generosas para los ricos y aumentarán las tasas de interés, poniendo en peligro aún más las finanzas de millones de familias.
“Esto es economía de casino: apostar las hipotecas y las finanzas de cada familia en el país para mantener el partido Tory feliz”, dijo la diputada laborista Rachel Reeves, quien describió a Kwarteng y a la primera ministra Liz Truss como “dos jugadores desesperados en un casino persiguiendo una racha perdedora”.
En diálogo con Télam, el analista económico de la City de Londres, Daniel Álvarez, dijo que la batería de medidas de corte económico liberal tiene como objetivo tratar de revitalizar una economía que sufre las consecuencias de la pospandemia, el incremento de los precios de las materias primas, una fuerte inflación y el aún no completamente digerido Brexit.
“Desde mi punto de vista, todas las medidas tienen un claro sesgo liberal clásico, y vienen a cumplir las promesas que la nueva primera ministra hizo en su campaña electoral. En este sentido, no sorprende lo anunciado a la ciudadanía, y de hecho la Bolsa cae porque estas medidas ya estaban descontadas en los mercados”, explicó el analista de origen español.
“Tampoco debemos caer en el error de pensar que las medidas benefician a un sector concreto de la población, sino que creo que son una apuesta para ver si en el complejo mundo actual las medidas de economía clásica -bajada generalizada de impuestos con el presumible incremento del consumo que ello genera- son capaces de seguir funcionando”, añadió.
Dijo que el Gobierno de Truss demostró que cree en la famosa curva de Laffer. “Solo el tiempo nos dirá si la bajada de impuestos, la mayor en varias décadas, será suficiente”, afirmó Alvarez.
Tras el anuncio, la libra esterlina continuó su caída frente al dólar y ahora se dirige hacia 1,09 dólares, contra 1,12 después del anuncio de Kwarteng.
La libra ya había alcanzado un mínimo de 37 años después de que las tasas de interés aumentaran a principios de esta semana, y bajó aún más esta mañana.