El Reino Unido presenta un estricto proyecto de ley contra los inmigrantes ilegales que llegan en bote a las costas del sur del país. De ser aprobado por el Parlamento, tendrá carácter retroactivo. Permitirá las detenciones sin libertad condicional durante 28 días y la deportación inmediata, con excepción de menores de 18 años o enfermos.
“Un problema insostenible”
Según su impulsora, la ministra del Interior Suella Braverman, disuadirá a los traficantes de personas.
“En los próximos años, los países desarrollados se enfrentarán a niveles sin precedentes, con presión de un número creciente de personas que abandonan el mundo en desarrollo por lugares como el Reino Unido. A menos que actuemos hoy el problema será peor mañana. Y el problema ya es insostenible”.
Críticas inmediatas de la oposición y ONG
Las críticas han sido inmediatas. Para la oposición laborista, se trata de un engaño que puede empeorar aún más el caos. Para algunas ONG es también inmoral.
“Si el Gobierno quiere intentar solucionar estos problemas, debe centrarse en la creación de rutas humanitarias seguras para que la gente llegue al Reino Unido”, mantiene Nick Beales, del Foro de Refugiados y Migrantes de Essex y Londres. “Tiene que centrarse en eliminar el retraso en materia de asilo. Puede empezar por procesar las solicitudes de personas procedentes de países de los que es casi seguro que se les concederá el estatuto de refugiado“.
El Gobierno británico ha reconocido que quizás la legislación viole algunas leyes sobre derechos humanos y está abierto a cambios legales. Pero la inauguración de un centro de comando de pequeñas embarcaciones por parte del primer ministro Rishi Sunak confirma su determinación a seguir adelante con esta política.