Renuncia la presidenta de Harvard en medio del escándalo por antisemitismo

Claudine Gay es la segunda líder de una prestigiosa universidad estadounidense en abandonar su cargo luego de comparecer a principios de diciembre en una polémica audiencia en el Congreso.

Ante nuevas acusaciones de plagio en su trabajo académico, la presidenta de Harvard, Claudine Gay, renunciará este martes por la tarde, según anticipó el periódico The Harvard Crimson, convirtiéndose en la segunda líder de una prestigiosa universidad estadounidense en abandonar su puesto en semanas recientes, en medio de un escándalo por la falta de respuesta al antisemitismo en algunos campus universitarios tras la guerra entre Israel y Hamas.

“La rectora de Harvard, Claudine Gay, dimitirá el martes por la tarde, poniendo fin a la presidencia más corta de la historia de la universidad, según una persona familiarizada con la decisión”, informó el periódico dirigido por los estudiantes.

La renuncia de Gay marcó el fin abrupto de un mandato turbulento que comenzó en julio de 2023. Su gestión fue la más corta en la historia de Harvard desde su fundación, en 1636. Fue la primera presidenta negra de la institución y la segunda mujer en liderar la universidad.

“Es con el corazón apesadumbrado pero un profundo amor por Harvard que escribo para compartir que renunciaré como presidenta”, anunció Gay en una carta a la comunidad de Harvard, según reveló The New York Times.

Gay quedó en el ojo de la tormenta a principios de diciembre tras una polémica audiencia celebrada en el Congreso de Estados Unidos de la que también participaron las presidentas de MIT, Sally Kornbluth, y de la Universidad de Pensilvania, Elizabeth Magill, quien no resistió a las críticas posteriores, incluidas algunas del argentino Marcos Galperín, y renunció al cargo.

Durante un interrogatorio dirigido por la diputada republicana, Elise Stefanik, Gay se negó a decir abiertamente que clamar por el genocidio de los judíos en el campus de Harvard era una violación al código de conducta de la institución.

Después de aquel controvertido episodio, más de 70 legisladores estadounidenses firmaron una carta en la que exigían que los consejos de administración de las tres universidades destituyeran a los presidentes, citando su malestar con el testimonio.

Sin embargo, Gay recibió el apoyo de algunos de sus colegas de Harvard y el respaldo de la junta directiva. Varios centenares de profesores firmaron el mes pasado una petición a los administradores de la universidad para que no cedieran a las presiones políticas para despedir a la presidenta del centro por su testimonio.

Con el tiempo, no obstante, comenzaron a acumularse las acusaciones de plagio en su contra.

El 20 de diciembre, la universidad anunció que había encontrado dos nuevos casos de falta de citación adecuada en el trabajo de Gay, esta vez en su tesis doctoral de 1997. Harvard describió los problemas como “lenguaje duplicado sin la atribución adecuada” y dijo que ella actualizaría su tesis para corregirlos.

Gay, quien obtuvo su doctorado en gobierno en Harvard en 1998 y regresó ocho años después para enseñar gobierno allí, vio cómo su apoyo, ya tambaleante después del escándalo sobre el antisemitismo, se desvanecía a medida que las acusaciones de plagio y las conclusiones de la universidad seguían acumulándose.