El próximo jueves después del tradicional reclamo en las escaleras del hospital Ramón Carrillo, habrá una asamblea donde los trabajadores de la salud definirán otras medidas de fuerza.
Los jefes de servicio del hospital Ramón Carrillo de Bariloche presentaron la renuncia esta tarde debido a la falta de respuestas a los reclamos de recomposición laboral por parte del gobierno provincial.
Se trata de 32 renuncias de jefes de servicios médicos, de áreas técnicas y de centros de salud en Bariloche que se suman a las de hospitales como Viedma, San Antonio, Cipolletti y Roca.
“Queremos llamar la atención al gobierno sobre la situación en materia de salud en toda la provincia. Esto llegó después de 11 semanas de intentar dialogar, viajar, juntarnos y tratar de hacerles entender que la situación sanitaria de Río Negro es delicada”, explicó el médico Pedro Zanardo, que participa del grupo de trabajadores autoconvocados.
“Hay un equipo de salud entero en una situación desbordada por la pandemia que no llega a fin de mes. Cuando el trabajador se juega la vida y no puede pagar el alquiler, eso no se puede tolerar” continuó.
El director del hospital Ramón Carrillo, Leonardo Gil, ya fue notificado respecto a la presentación de las renuncias esta tarde.
El próximo jueves, después del tradicional reclamo en las escalinatas del hospital, habrá una nueva asamblea de trabajadores en la que se evaluará no solo la respuesta a la renuncia de los jefes sino también otras medidas de fuerza. “No vamos a esperar un mes a ver qué pasa. Esto es dinámico”, alertaron.
Otro de los médicos autoconvocados, Felipe De Rosas, advirtió: “No es que mañana no haya conducción sino que tenemos un mes de preaviso donde tanto la dirección como las autoridades provinciales verán si pueden replantear la oferta”.
De Rosas alertó sobre la complejidad de funcionamiento al no contar con jefes de servicios. “Un jefe en un centro de salud debe ver desde la vacuna hasta el medicamento que falta. Lo mismo en los servicios generales y técnicos. Estar atentos a las coberturas ante suplencias o enfermedades”, mencionó.
Planteó también que “en todo este tiempo, hemos intentado cuidar a nuestro personal jerárquico local porque son nuestros compañeros que trabajan a la par nuestra. Hay cargos de conducción en los que trabajás las 24 horas los 365 días del año”.
Señaló que “la idea no es recargar. Cuando un jefe renuncia, el inmediato superior debe hacerse cargo. No queremos que estas renuncias recaigan sobre nuestros compañeros”. Lo consideró como “un llamado de atención a las autoridades provinciales porque hay descontento y desgano y una jefatura es mucha responsabilidad”.
Zanardo insistió en que las autoridades provinciales “tienen 30 días para decidir qué hacer de acá en adelante. Ya tuvimos dos reuniones. A la primera no fueron y la segunda solo fue para informarnos y no para dialogar con nosotros. No pedimos un aumento de 1000 o 2000 pesos, más un bono. Queremos que nuestros salarios estén por encima de línea de pobreza”.