Sergio Pikholtz comunicó su decisión de dejar el cargo. La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas le había exigido que se tomara licencia. Fue después del escándalo que provocó la polémica frase.
El vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Sergio Pikholtz, decidió presentar su renuncia irrevocable tras el revuelo y la indignación que generaron sus polémicas declaraciones publicadas en la red social X. “No hay inocentes civiles en Gaza, tal vez los niños de menos de cuatro años”, afirmó el dirigente comunitario, palabras que provocaron además de indignación una contundente reacción de la dirigencia de la comunidad judía local.
“Comunico que he decidido renunciar irrevocablemente a mi condición de vicepresidente segundo de la DAIA. La causa del pueblo de judío, el retorno de los rehenes y el derecho del Estado de Israel a defenderse de las agresiones son causas justas. Am Israel Jai. Shabat Shalom. Fin”, publicó el dirigente en su cuenta de X, la misma donde difundió el mensaje que causó estupor y críticas.
Se trata de una medida que tomó luego de que el Consejo Directivo de la entidad le pidiera al dirigente que se tomara una licencia inmediata. Las autoridades de la entidad también le solicitaron que borrara de su cuenta de X el mensaje que precipitó una ola de repudio. Si bien las palabras que despertaron la indignación general fueron publicadas anoche, recién esta mañana y en la primera tarde tuvieron mayor rebote, al punto que la DAIA terminó como trending topic.
“Como repetimos incansablemente no hay civiles inocentes en Gaza, tal vez sólo los niños de menos de cuatro años. Sin piedad con los asesinos de judíos. Venceremos”, dijo Pikholtz en un mensaje que publicó en su perfil de X al que acompañó con un video.
Tras el estrépito que causaron sus dichos, además de obligarlo a pedir licencia y borrar el posteo, la DAIA emitió una dura declaración. “Ante las desafortunadas expresiones de nuestro vicepresidente 2do Sergio Pikholtz, la DAIA ha solicitado su licencia. La DAIA siempre es firme con cualquier hecho o persona de la sociedad argentina que se exprese equivocadamente, eso también corre dentro de la propia comunidad y esto es ejemplificador para todos. Las medidas a tomar se evaluarán el próximo lunes por el Consejo Directivo”, estableció un comunicado al que accedió Infobae.
Fue una decisión que se tomó después de que estallara públicamente la polémica y que los dichos impactaran en los medios y las redes sociales. Además, se multiplicaron las voces comunitarias que tomaron distancia de semejantes manifestaciones.
El Gran Rabino de la Comunidad Sefardí de Buenos Aires, fundador y presidente de Menora, Organización Mundial para la Juventud, Isaac Sacca, advirtió: “Rechazamos rotundamente desde la perspectiva judía toda cruel declaración contra cualquier ser humano inocente, sea quien sea. El judaísmo promueve la misericordia, la vida y el respeto por todos los seres humanos, tanto judíos como palestinos o de cualquier grupo o nación”.
Y agregó: “Si tenemos que defendernos, lo haremos contra los malvados, no contra gente inocente que ya es víctima de su situación. Que Dios nos inspire piedad para con todas de sus criaturas”.
Desde la institución Meretz Argentina, afiliada a la organización, se sumaron al repudio de los dichos y pidieron que este sea removido definitivamente de su cargo. “Esto constituye un paso más, totalmente inaceptable, en el camino hacia la destrucción de la confianza pública en la DAIA y, como consecuencia, una comunidad judía más vulnerable. Sostenemos que esta legitimidad pueda ser recuperada. Para esto, es necesario tomar acciones concretas”, señalaron en un comunicado.
Es una opinión coincidente con amplios sectores comunitarios, que creen que el daño de las palabras de Sergio Pikholtz ya quedó hecho, no sólo hacia el interior de la DAIA, sino también en relación a la campaña de Israel contra el terrorismo islámico de Hamas. Es que la comunidad judía enfrenta en todo el mundo el desafío de defenderse de las agresiones y la amenaza de exterminio y responder a un sector de la opinión pública que cuestiona la ofensiva militar que busca terminar con los dispositivos militares que desde Gaza atacan a objetivos civiles y militares.
Es un desafío más difícil después del horror del 7 de octubre, cuando grupos armados atacaron de manera brutal a hombres, mujeres, niños y todo aquel que se puso delante. Hubo asesinatos, mutilaciones, violaciones masivas, y un descontrol de sangre y muerte que puso a Israel ante el peor recuerdo del Holocausto. Ese acto de guerra generó una ofensiva por tierra, aire y mar contra los objetivos militares de Hamas.
Tanto por esa agresión feroz, brutal e inhumana, como por la decenas niños, mujeres y varones israelíes que están secuestrados en poder de los terroristas islámicos, referentes de la comunidad judía vienen expresando sus posiciones críticas contra Hamas y sus aliados y también con colaboracionistas de los criminales que se esconden en Gaza.
Una de sus últimas declaraciones, antes de la polémica, Sergio Pikholtz manifestó: “Hay una nueva costumbre de los propagandistas palestinos de llamarnos nazionistas a los efectivamente sionistas, y alentar una idea ridícula de mostrarse complacientes y comprensivos con los judíos pretendiendo que el sionismo ‘no sería’ parte del judaísmo y busca destruirlo (…) Lo único que es necesario decirles es que los únicos nazis son ellos mismos porque son odiadores de judíos y siempre lo fueron, ya que el lobo podrá disfrazarse de cordero, pero siempre será lobo y así como terminamos con los nazis en otros tiempos y lugares también terminaremos con ellos aquí y ahora”.