A seis años de que se descubriera la mayor estafa de la historia, a cargo de Bernard Madoff, el fideicomiso que se ocupa de indemnizar a los damnificados ya recuperó u$s 9.800 millones, una suma que pronto ascenderá a casi u$s 10.000 millones. No obstante, la hazaña tiene un costo alto: el 10% de lo recaudado. Y todavía restan recuperar unos u$s 7.000 millones más.
Después de seis años de develarse la estafa de una de las firmas de inversión más grande de Estados Unidos, a cargo de Bernard Madoff, el fideicomiso encargado de recuperar fondos para resarcir a las víctimas del fraude piramidal informó que las autoridades aceptaron propuestas para dos acuerdos que elevarían la indemnización total a u$s 10.000 millones. No obstante, el costo de la compensación representa el 10% de la suma: nada menos que u$s 1.000 millones.
Hasta ahora, el fideicomiso logró captar u$s 9.800 millones de indemnización, de los cuales u$s 6.000 millones ya llegaron a sus dueños.
Las propuestas que fueron aceptadas por el tribunal de bancarrotas del distrito sur de Nueva York, son dos, una por u$s 62 millones y otra por u$s 95 millones.
En un comunicado, el fideicomiso encabezado por el abogado Irving Picard, aseguró que “se ha trabajado diligentemente durante los últimos años para devolver la máxima cantidad de dinero al fondo de las víctimas”.
La factura de Picard corre a cargo de la Security Investor Protection Corporation, una especie canasta a la que contribuye la industria financiera para hacer frente a este tipo de casos.
Por otro lado, los u$s 10.000 millones corresponden al 60% del dinero reclamado por los damnificados. En 2008, en pleno estallido de la crisis financiera mundial, se conoció el mayor fraude de la historia que significaron pérdidas por unos u$s 17.000 millones.
Por esta estafa, el FBI detuvo Madoff, y desde ese momento cumple una condena de 150 años de cárcel por mantener una estructura financiera piramidal fraudulenta con la que atraía a inversores con la promesa de obtener grandes beneficios. Peor fue el final para dos miembros de su familia, ya que Mark, su hijo mayor, se suicidó cuando se cumplió el segundo aniversario del fraude, mientras que Andrew, su hijo menor, murió hace dos meses tras luchar contra el cáncer.
Además, el jurado federal de Manhattan declaró cinco ex empleados de Madoff culpables de ayudar a su fraude durante décadas mediante la creación de documentos mercantiles y estados de cuentas falsos.
En cuanto a la historia de la estafa, los fiscales que siguieron el caso dijeron que había comenzado en los años 60, década en la que se creó la firma, y comprendió millones de páginas de negociaciones y estados de cuenta falsos para miles de clientes. Por eso es que Picard se valió de centenares de profesionales para desentrañar la estafa y determinar quién tenía reclamos legítimos y a quién era necesario demandar.
“La investigación, disección y reconstrucción de la estafa ha resultado muy valiosa en lo relativo a detectar cómo se inició la estafa piramidal de Madoff y cómo se prolongó durante tanto tiempo”, expresó David Sheehan, uno de los abogados involucrados.
Picard, de Baker Hostetler, con sede en Nueva York, recuperó el dinero por medio de centenares de demandas y acuerdos con clientes de Madoff y bancos que se beneficiaron de la estafa por más de que no tuvieran conciencia de ello.