Rescataron de los escombros del alud de China un joven que llevaba 67 horas enterrado

Al menos 91 desaparecidos tras un corrimiento de tierras en el sur de China. 33 edificios, donde duermen empleados de las fábricas, enterrados por los escombros.

A 19-year-old survivor, who was pulled out by rescuers more than 60 hours after a landslide hit an industrial park on Sunday, is rushed to get medical treatment at a hospital in Shenzhen, Guangdong province, China, December 23, 2015. REUTERS/China Daily ATTENTION EDITORS - THIS PICTURE WAS PROVIDED BY A THIRD PARTY. THIS PICTURE IS DISTRIBUTED EXACTLY AS RECEIVED BY REUTERS, AS A SERVICE TO CLIENTS. CHINA OUT. NO COMMERCIAL OR EDITORIAL SALES IN CHINA.       TPX IMAGES OF THE DAY

Casi tres días después de que una cascada de lodo y escombros engullera un parque industrial de Shenzhen, al sur de China, los equipos de búsqueda presentes en la zona han podido rescatar de entre los escombros al primer superviviente del desastre. Mientras, otras 75 personas continuan desparecidas.
Tian Zeming, un hombre de 19 años, fue localizado alrededor de las 4:00 de la madrugada en un edificio sepultado gracias al ruido que hizo con una piedra con la que golpeaba los muros. Según relató la agencia Xinhua, los equipos de rescate lograron liberarlo y acto seguido lo trasladaron a un centro médico.
Procedente de Chongqing, en la provincia de Sichuan, Tian presentaba un estado muy débil, con una severa deshidratación y las piernas aplastadas, pero su condición era estable. “Tiene una gran voluntad por vivir” declaró a los medios el jefe del equipo de emergencia encargado de su rescate.
Instantes después, se dio la alarma de que un segundo hombre había sido hallado con vida, pero en esta ocasión no pudo ser rescatado a tiempo y murió horas más tarde cuando trataban de salvarle.
Conforme se desvanecen las esperanzas de encontrar más supervivientes, crecen el enfado y la indignación de unos ciudadanos hartos de sufrir calamidades con un alto costo humano que ponen el foco sobre la vertiginosa, y en ocasiones descontrolada, industralización que ha vivido China.

Todo apunta a errores humanos

Las investigaciones iniciales apuntan a que el desprendimiento del domingo fue debido a errores humanos, y no naturales como se pensó en un principio. Según las autoridades locales, la tierra que sepultó a su paso casi 400.000 metros cuadrados y arrasó una treintena de edificios procede de una montaña que se formó por la acumulación de arena y otros residuos provenientes de las obras que salpican la ciudad.
Pese a que durante meses este vertedero operó de manera ilegal y los vecinos alertaron en numerosas ocasiones del peligro que para su seguridad suponía, nadie cerró un espacio en el que los camiones continuaron vaciando su carga hasta este fin de semana. “Descargaban aquí su basura día y noche” declaró un hombre identificado solo como Zhang al diario ‘New York Times’. “Nosotros nos quejamos, pero el gobierno hizo la vista gorda”.
Las autoridades locales han declarado que en febrero del año pasado se concedió una licencia a la empresa que gestiona el vertedero para su uso durante 12 meses. Sin embargo, en julio de 2015, los inspectores descubrieron que la escombrera llevaba cinco meses operativa con el permiso caducado y sin cumplir la normativa de seguridad.
En ese momento se pidió a la compañía que cerrara el recinto y solicitara una nueva licencia, algo a lo que la empresa hizo oídos sordos. Ayer mismo, Reuters informó de que la policía había realizado un par de registros en sus oficinas en la ciudad, pero por el momento se desconoce si ha habido detenciones.

Cuarto desastre del año

Este mortal accidente ha tenido lugar solo cuatro meses después de la explosión química registrada en la ciudad portuaria de Tianjin que dejó unos 170 muertos y cientos de heridos. En aquella ocasión, se confirmó que la empresa propietaria había seguido operando a pesar de tener su licencia caducada, algo que desató la iras por la falta de vigilancia.
Ahora, el enfado de los internautas crece a medida que se conocen más detalles acerca de la laxitud y pobre aplicación de los estándares de seguridad por parte de las autoridades. “La falta de supervisión y su actitud pasiva a la hora de tomar precauciones está provocando que toda la nación tiemble de ira y que el planeta esté conmocionado” escribió el usuario Xizidan en un post borrado por las autoridades pero recuperado por la web Weiboscope.
Este es el cuarto mayor desastre del año en China. Primero fue la estampida que en Nochevieja dejó casi 40 muertos en Shanghai; luego los alrededor de 400 que causó el vuelco de un crucero por el río Yangtze; más tarde la explosión de Tianjin, y ahora el accidente de Shenzhen. El hecho de que tres de los cuatro se hayan producido en grandes ciudades ha provocado que muchos internautas se pregunten cuál será la siguiente urbe en ser testigo de una nueva catástrofe.