Se desarrolla espontáneamente por lo que resulta difícil erradicarla. Por su toxicidad provoca dermatitis irritativa, que puede agravarse según el tipo de piel. Un experto advirtió a Infobae de los peligros.
En la vereda de la ciudad, en los espacios públicos o incluso en el jardín de una casa se puede estar expuesto a un peligroso tóxico transmitido por una planta llamada Rhus, que tiene 76 géneros y más de 600 especies en el mundo. El contacto con alguno de sus tipos provoca dermatitis irritativa que puede agravarse según el tipo de piel.
La planta Rhus pertenece a la familia anacardiaceae, esta es una familia de plantas leñosas que se cultivan con fines decorativos. En Argentina, por su tipo de medio, el género rhus está representado por varias especies tales como typhina –que tiene frutos rojos– y la sucedánea –con blancos–. Crecen de forma espontánea, por lo que es difícil erradicarla, como sí ha hecho Alemania, por ejemplo, que debido a la gravedad potencial de los cuadros se las confinó en jardines botánicos.
“El tóxico produce una dermatitis de contacto irritativa que es una reacción de la piel frente al contacto de un irritante. La reacción a veces es inespécífica porque no hay un mecanismo inmunológico de por medio. No importa que seas alérgico o no”, dijo a Infobae el doctor Martín Bozzola (MN 75.110) especialista en Pediatría y en Alergia e Inmunología Clínica.
El experto señaló además que la exposición al sol no ayuda en estos casos. “Combinar estas plantas irritativas con el sol genera una reacción más intensa que se llama fotosensibilización que es lo que se suele ver en esta época. Las personas toman más contacto con las plantas, por estar más al aire libre, y luego entran en contacto con el sol y así, queda más marcada la dermatitis irritativa”.
Bozzola, que además integra la Sección de Alergia e Inmunología Pediátrica del Hospital Británico, dijo que este tipo de reacciones, en general, se tratan localmente.
“Puede ser con cremas que contengan corticoides para bajar la inflamación. Es cuestión de tiempo, esperar a que vaya mermando. Todo es muy sintomático dependiendo del paciente. El objetivo es tratar de que moleste lo menos posible, que no duela, que no arda”.
Las manos, un vehículo de transmisión
Dijo el especialista: “Tenemos mucha tendencia a tocarnos la cara siempre. El problema es que el contacto llega a través de las manos, que en general no produce nada porque la piel es más gruesa. Pero al tocar párpados, orejas o los labios puede agravarse”.
No importa si una persona es alérgica o no porque se trata de un tóxico. “La planta te está agrediendo”. Existe una resina oleosa fenólica denominada toxicodendrol, la cual contiene un principio activo causante del rash cutáneo llamado urushiol. Al penetrar en la piel produce dermatitis que se puede transmitir de persona a persona con las manos o la ropa.
En algunos casos puede aparecer tiempo después la erupción. El lapso transcurre entre las primeras ocho horas hasta las dos semanas posteriores a la exposición.