El psicólogo deportivo explicó las condiciones psicológicas que pudieron motivar el asesinato a golpes de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell al ser golpeado por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche. “Lo que está en juego es esta cuestión que tiene que ver con la autoridad, esto es pura responsabilidad de la familia”, manifestó.
Ricardo Antonowicz, psicólogo deportivo, dialogó con la FM 99.9 sobre la importancia del consumo de alcohol en la noche por los jóvenes, la educación, la familia y el deporte en relación a los últimos hechos violentos ocurridos tanto en Mar del Plata como en Villa Gesell. “Ya se los cataloga a estos chicos como rugbiers, se les da una identidad de rugbiers. Y estos son chicos que practican un deporte. Porque al decir rugbiers ya los colocamos en un lugar en el que todos los rugbiers son asesinos. Deberíamos separar lo que es el deporte porque es bueno, inclusivo, lo practican chicos. Son chicos que practican rugby, no es el deporte”, explicó.
“Estamos en una sociedad violenta. Deberíamos ajustar los controles porque esto que sucedió ya se veía venir en estos lugares de veraneo, hay una cantidad de droga inusual, una cantidad de alcohol inusual, se desinhiben, algunos aprovechan. No es una cosa de masculinidad, son gente que practican cierto deporte. Pero cualquiera no mata a otro, tiene que tener condiciones previas ya como para asesinar. Quizás este acontecimiento le sirvió para realizar aquello que ya podría haberlo hecho en otro lugar”, afirmó en cuanto a los causantes de los últimos incidentes.
En relación a la reacción de la sociedad, sobre todo tras el asesinato de Fernando Báez Sosa, dijo: “Antes había un ataque a la clase baja, de una determinada sociedad a cierto grupo. Ahora parece que hay un ataque a la clase alta, se identifica a los rugbiers con la clase alta. Esto es cosas inconsciente de la gente, como tienen plata, tienen impunidad de matar y esto tal vez no es así”.
“Esto es educación, a los chicos estos no les faltaba educación. Pero lo que está en juego es esta cuestión que tiene que ver con la autoridad, esto es pura responsabilidad de la familia. Es la declinación paterna que estamos viendo en nuestra sociedad. Antes la autoridad la ejercía el padre, tenía ciertos controles con los chicos, esto declinó y las consecuencias es que se descontrolen los chicos, se pierden los límites”, reflexionó.
Para cerrar habló sobre las consecuencias de estos hechos: “Cuando estas cosas suceden el ser humano pide orden y es terriblemente peligroso eso también. Cuando la población empieza a pensar que hace falta autoridad el paso siguiendo son las dictaduras porque va directo a eso, porque el ser humano en su estructura entiende que la dictadura va a poner orden”.