Ricardo De Titto: “Es anacrónico plantear que Sarmiento podría opinar sobre lo que pasa con la presencialidad en las escuelas hoy”

El historiador habló a través de la 99.9 sobre distintas columnas que fueron publicadas en los medios y donde indica que se utilizan hechos puntuales de formas erróneas en torno a la figura de Sarmiento.

Una vez más, el historiador Ricardo De Titto decidió hacer pública la historia real de Domingo Faustino Sarmiento ante distintos artículos que tergiversaban hechos históricos vinculados al prócer para crear distintas imágenes de la misma persona.

A través de la 99.9, explicó que “hay un tendencia nueva a apropiarse de la figura de Sarmiento, dibujando distintos Sarmientos. No es nuevo que había una contra campaña de demeritarlo o desacreditarlo con superficialidades. Página 12 toma a chiste en plena discusión de la presencialidad escolar, diciendo que en plena fiebre amarilla se mandó a mudar de Buenos Aires y dejó a la gente sin protección. Es una falacia y un ataque muy bajo”.

Otros medios, en cambio, nunca habían tenido tendencia a ser más rigurosos con lo publicado respecto de personajes de este tipo y han ingresado en esa dinámica: “La Nación venía en los últimos meses haciendo unas notas editoriales muy buenas, recuperando su perfil ético cuando en general siempre había tomado distancia de este tema. Se volvió a hablar de Sarmiento en la presencialidad, como si él pudiera opinar de lo que está pasando hoy. Es anacrónico e injusto con el propio Sarmiento”.

La única explicación lógica que se plantea De Titto es aferrarse a alguna figura histórica para abordar el presente, pero se queda el contexto fuera de esa discusión: “los modelos sirven, al punto que Sarmiento decía que su modelo era Lincoln. En estas condiciones actuales y con la clase política de un país en decadencia hace 50 años es difícil que aparezcan figuras de ese porte. Los asesores de la política actual, están lejísimo de aquella generación. No hay condiciones en la característica del país en el que estamos del que surja una intelectualidad independiente del poder político que pueda proyectar a mediano y largo plazo un país diferente”.