El historiador se refirió en la 99.9 al acto que realizará el gobierno cambiándole el nombre al ex CCK y remarcó los pasos que dio durante su presidencia.
En momentos en que el CCK pasará a llevar el nombre de Domingo Faustino Sarmiento, el historiador Ricardo De Titto decidió poner en valor todo lo que ha hecho al cumplirse un siglo y medio del final de la presidencia.
En diálogo con la 99.9 remarcó que “generalmente en septiembre tengo actividades en el interior, estuve en San Juan, y en una nota periodística conté que un año antes de que él asumiera la presidencia, en 1868, en el año 67, un diario, que no era un diario Sarmientino como el Nacional, hace una extensa nota diciendo “ahí va el loco”; que le decían Carapachay, porque ahí en ese río estaba su casita en el delta, en la casita de Sarmiento, para terminar diciendo sin embargo, sepan que este es el hombre que necesitamos. La nota termina diciendo “no lo conocemos personalmente pero necesitamos un loco de estas dimensiones”. Me pareció interesante que ante graves crisis o acumulación de serios problemas, a veces aparece un loco que termina canalizando las inquietudes de la gente”.
Para De Titto es un gran reconocimiento el que está haciendo Javier Milei porque no hay fechas específicas vinculadas a la obra de Sarmiento: “el propio gobierno actual, al modificar el nombre del centro cultural donde estaba el Palacio de Correos, le está siendo un reconocimiento importante. Es curioso que tengamos feriado nacional por el fallecimiento de Güemes, sin restarle méritos y no tener ninguna fecha relativa de Sarmiento. La obra en seis años de un país en crisis, que venía de 50 años de guerras civiles y volviendo todavía con la mochila de la guerra del Paraguay encima, asume Sarmiento que es el que pone fin a la participación argentina. La situación era gravísima y sin embargo la obra que yo resumo es poderosa y además reúne el hecho de poner en práctica principios estratégicos y prioridades claras como la educación. El loco viene a fundar escuelas, 800 se fundaron en seis años y se triplicó la población que mayoritariamente era analfabeta no había en el país yendo a la escuela primaria. Hizo cosas en el campo científico, como fundar el observatorio astronómico en Córdoba, fundar la Academia Nacional de Ciencias, poniendo a la cabeza a dos científicos notables de la época como Gould y Burmaester, contratando personal extranjero para que lo dirija. Gracias a eso se hizo el primer mapa celeste del hemisferio sur. Los astrónomos tenían dibujada la Osa Mayor, la Osa Menor, las constelaciones del hemisferio norte, si bien todo el mundo las conocía, a la Cruz del Sur o a las tres Marías, pero no estaba hecho ese mapa. Eso se hizo en Córdoba y se hizo por la gestión del Sarmiento”.
El avance en distintos aspectos y no sólo en la educación, también fue clave para el país porque tenía una visión distinta: “él utilizó un término que después lo va a reproducir también al hacer la Exposición Industrial de Córdoba, que fue la primera exposición agroindustrial que se hizo en toda América Latina, con productos europeos, norteamericanos, etcétera. Decía que Córdoba tenía que ser el Greenwich de la Argentina, o sea que era algo así como el centro geopolítico, cosa que es absolutamente lógica pero nadie lo había planteado hasta ese momento. Al instalarse en Córdoba también la Academia Nacional de Ciencias con Burmeister, casi obligadamente tuvieron que cambiar de inmediato todos los programas de estudio que regían en la Universidad de Córdoba, que eran los mismos de la época de los jesuitas, todavía estaban vigentes. Hubo que actualizar más de 100 años los programas de estudio”.
Por cuestiones de este tipo, es que el historiador cree que es un paso socialmente importante reconocerlo: “150 años después, cabe recordar porque el loco este de Sarmiento en estos días va a tener su reconocimiento, en un edificio hermoso, y que es absolutamente merecido”.