El candidato a Diputado Nacional habló sobre la idea que tuvo de debatir en la vía pública con la gente sobre los temas que propongan y la destacó como “útil, una forma democrática de acercarse a la gente”.
En pleno desarrollo de la campaña política, el candidato a Diputado Nacional Ricardo López Murphy tuvo la idea de sentarse en la calle a debatir, como definió el cartel que lo acompañaba “lo que sea con quien sea”.
En la 99.9 y desde Mendoza, contó como fue esa experiencia: “fue muy buena, útil y la hizo nuestra gente en Chaco cuando enfrentando Republicanos Unidos al resto de la coalición nuestros jóvenes descubrieron que era una manera atrevida de cambiar el eje de la polémica. Lograron una gran atención de la sociedad en Resistencia y por eso la instalamos en la Ciudad de Buenos Aires”.
Claro que los temas son justamente los centrales que hoy la población le pide a los políticos que le solucionen: “la gente viene a discutir en parte nuestras propuestas, en parte la salida al problema y por otro lado, que hacemos con la seguridad, el empleo y todo lo que hoy abruma a la gente. Es una forma democrática de acercarnos a la gente”.
Actualmente, como lo está viviendo con sus seguidores en una provincia como Chaco donde estos jóvenes tuvieron una idea que decidió aplicar en Buenos Aires, el empoderamiento de ciertos sectores empieza a ser moneda corriente, aún en los contextos más adversos: “ha cambiado el clima, es todo más serio y objetivo. La idea de la libertad, el emprendimiento, hacerse responsable del propio destino es una idea avanzada de los últimos dos siglos contra milenios de la idea de servidumbre. El mundo progresó principalmente por el desarrollo de la sociedad civil generando un clima de intercambio pacífico y constructivo que termina creando una sociedad libre”.
López Murphy, además, habló de uno de los serios problemas que tiene el país y que no permite tener una recaudación apropiada que es la agobiante carga impositiva que se ve manifiesta de distintas formas. Eligió dar un ejemplo: “uno de los problemas de la alta tributación es que lleva a delitos. Están faltando 100 mil millones de las fábricas de cigarrillos porque los impuestos en esta industria son como del 80%. El poder de policía del estado no ha logrado ordenar eso, como para tener una idea del problema”.
Al gobierno no se le ocurre otra forma de atacar los problemas que congelar los precios, como si ahí estuviera el verdadero problema: “estamos poniéndole precios máximos al champagne, al leverwurst, es todo una locura. Es increíble”, finalizó.