Ricardo López Murphy: ” No hay que disociar la degradación social del fracaso que tenemos”

Así lo indicó el Diputado Nacional que habló en la 99.9 indicando además que “estamos en un momento clave, nos estamos jugando nuestro futuro y nuestra vida”.

El momento que atraviesa la Argentina, es delicado para algunos dirigentes. Ricardo López Muprhy, por ejemplo, se expresó en la 99.9 sobre todos los hechos que se han dado en las últimas semanas y que no hacen más que evidenciar como los argentinos nos hemos acostumbrado a enormes atropellos.

“Hay distintos episodios de degradación muy grande. Debemos organizar una alternativa cívica importante y relevante. A veces hago actos que parecen fuera de lugar pero creo que se está generando conciencia, un liderazgo distinto y en eso estamos jugando nuestro futuro y nuestra vida”, aseguró el Diputado.

La economía es uno de los factores más sensibles que sigue sin acomodarse y cada vez está más lejos el gobierno de cumplir lo que acordó con el FMI: “siempre el ordenamiento empieza por el descalabro fiscal que está validado por el atraso bancario. Se están preparando así las condiciones para una explosión. Estamos expandiendo la deuda a un ritmo extraordinario. Cuando asumió Fernández había 3 billones de deuda en pesos y ahora hay 15. Me da la impresión que todos los días ignoramos estos escándalos”.

Lo que le llama la atención al legislador, es la naturalidad con la que se abordan cuestiones que son tan graves, desde todos los sectores sociales: “cuando uno ve como arreglaron los números para cerrar el primer trimestre es todo tan burdo como separar el bloque para quedarse con un representante en el Consejo de la Magistratura. Estamos en un momento clave”, volvió a asegurar.

Justamente pensando en la salida de esta situación, hizo un llamamiento público: “los patriotas y la gente con valores cívicos tiene que reaccionar, tiene que organizarse porque el futuro de Argentina está en riesgo porque el nivel de degradación es enorme. Estamos en un momento de gran degradación y toleramos costumbres y porquerías. Cuesta hacer cumplir una sentencia de la Corte Suprema y todo el tiempo están tratando de escaparle a cuestiones de racionalidad. No hay que disociar la degradación social del fracaso que tenemos”.