El especialista en temas de defensa, habló en la 99.9 sobre el radar que instaló China en Neuquén y lo que sucedió luego con el swap para conseguir yuanes.
Los temas de defensa en Argentina no suelen tener un profundo análisis y muchos menos cuestionamientos. El especialista en el tema, Ricardo Runza, se refirió en la 99.9 a la vinculación entre la instalación de una base china en nuestro país al acuerdo por el swap para obtener yuanes.
En principio comentó que “estamos ante un evidente acto cipayo sin precedentes para nuestro país. Hubo un desencadenante a través de un supuesto radar inglés en Tierra del Fuego. Cuando pasaron los meses se fueron comprobando hipótesis que sostengo. El radar inglés no es inglés y no es una amenaza para la seguridad nacional por sus características. No puede hacer nada de lo que un informe del ministro Taiana elaboró indicaba”.
Luego explicó cuál es la tarea que realizaba ese radar instalado en el extremo sur de nuestro país: “hay una empresa de capitales norteamericanos que se instala en Tierra del Fuego con permisos del estado argentino entregado por el Jefe de Gabinete de entonces, Juan Manzur. No es un radar militar, no tiene nada que ver con el sistema de control de espacio aéreo. Son antenas fijas que proyectan un plano en el espacio y el objetivo que persigue es monitorear las trayectorias de todos los objetos que se encuentran en un determinado lugar del hemisferio sur. Cuando interceptan el plano, se toman como señales y se puede establecer un mapa de la basura espacial que es producida por el hombre como satélites o cohetes. Esto no hace nada que atente contra la soberanía”.
A pesar de ello, el ministro Taiana elaboró un informe contando cosas que no sucedían pero con una justificación específica que era permitirle luego a China meterse en el territorio nacional: “el ministro Taiana toma esa actitud porque la información que la empresa arroja es muy valiosa y Argentina es uno de lo pocos países que lo tiene instalado. Desde el punto de vista estratégico militar es fundamental porque como hay basura espacial, podría haber satélites militares espías, sistemas de armas de alguna potencia que donde se coloca ese plano podría tener órbita. Es inexplicable porque Argentina no tiene interés en toda esa información”.
Luego de la intervención del gobierno con estos informes, el radar de Tierra del Fuego dejó de funcionar al tiempo que se informaba la instalación china con otros propósitos: “el radar fue desafectado y suspendido transitoriamente, lo que ocurre a lo largo de estos meses son desembolsos de swap y permisos especiales por parte de China que son inauditos. Ahí es donde uno piensa que la desactivación tuvo detrás la mano de China. La antena de la estación China en Neuquén fue cedida por 50 años y es algo inédito en nuestra historia, ahí si se hace seguimiento comando y control de vectores espaciales”.
La gravedad del tema es el uso que podría darle el gobierno chino a esta instalación ciertamente militar: “es un objetivo estratégico militar sobre nuestro territorio que fue cedido a China y esa empresa es subsidiaria del Ejército Chino. El acuerdo no da acceso a ningún tipo de información y lo que llama la atención es el carácter secreto de todo lo que está asociado a eso”.
Por último, en su condición de especialista en temas de defensa, también planteó la necesidad de cambiar la forma en la cuál se plantea el país las nuevas tecnologías: “la compra de los P3 Orion es un error. Para el control del mar no necesitamos esos aviones, sino drones que tienen una autonomía de 20 horas de vuelo. Necesitamos cambiar la estrategia de control del mar completamente porque el mundo está revolucionando los aspectos militares. Los cambios deben ser enormes, Argentina tiene un desafío adicional es que no tiene la capacidad para sostener una defensa porque somos un país pobre y lo seremos mucho tiempo más”.