Números detrás de uno de los festejos populares más reconocidos de la región.
Desde hace años que el carnaval de Río de Janeiro ha trascendido la barrera del festejo popular. Reconocido en todo el mundo, el carnaval carioca despierta cada año el interés de miles de turistas de todo el mundo, que llegan a la segunda ciudad más poblada de Brasil e inyectan millones de dólares en su economía.
De acuerdo a las agencias AFP y NA, la alcaldía de la ciudad proyecta recibir este año 1,5 millones de turistas, 400.000 más que el año pasado, y que 6 millones de personas saldrán a las calles a lo largo del carnaval. Esto provocará, estiman, una inyección de 3500 millones de reales a su economía, casi US$ 1100 millones. Estos ingresos ayudarán a aliviar la crisis financiera que atraviesa la ciudad.
Según la Asociación brasileña de la industria hotelera (ABIH), la tasa de ocupación de los hoteles de Rio de Janeiro durante el fin de semana será, en promedio, del 86%, lo que representará una importante mejora respecto a la ocupación registrada el año último, cuyo promedio alcanzó el 71%.
Además, informa el reporte elaborado por AFP y NA, la compañía Ambev –una de las más importantes cerveceras del país, nacida en 1999 tras la fusión de Antarctica y Brahma– proyecta que durante el mes de carnaval venderá unos 7 millones de litros de cerveza en el centro y los barrios turísticos de Río.
Durante los festejos se espera un ocupación total del sambódromo, que cuenta con una capacidad de más de 72.000 espectadores. Allí desfilarán las 13 escolas de samba que integran el llamado “Grupo Especial”, la élite del carnaval carioca. Cada una de ellas está integrada por entre 3000 y 4000 personas.
Quienes quieran participar del festejo desde adentro, podrán hacerlo junto al “Grupo Especial”. Para ello deberán adquirir los disfraces, por un monto que oscilará entre los 800 y los 1600 reales (entre US$ 250 y US$ 490).