Cuando fue presentada como candidata a ser sede del certamen, prometió una serie de objetivos para los factores naturales, pero no logró ninguno de ellos
Los compromisos olímpicos relacionados al medio ambiente que asumió Río de Janeiro en su candidatura olímpica fueron incumplidos, según reveló un informe del diario Folha do São Paulo.
Dificultades financieras, de gestión, la introducción de nuevos criterios o directamente el abandono de objetivos son las razones esgrimidas del fracaso. Según el documento entregado al Comité Olímpico Internacional durante la candidatura de la ciudad, el legado de cambios que dejarían las obras era una de las razones para obtener la sede.
A un mes del inicio de la competencia, el tratamento del desagüe para la bahía de Guanabara (donde se realizará la prueba de vela) no avanzó ni la mitad de lo prometido, mientras que la laguna de Jacarepaguá, vecina del Parque Olímpico, “continúa fétida”. El diario resaltó que ni siquiera las obras de plantación en la Mata Atlántica, “de simple ejecución”, fue concluída como se prometió. Además, se abandonó la intención de abrir la laguna Rodrigo de Freitas para los bañistas.
Rio dependerá de la suerte para evitar otra muerte masiva de peces durante la fiesta olímpica. En septiembre, cerca de una tonelada de peces muertos fueron retiradaos de la laguna de Jacarepaguá, por el ingreso de vientos que removieron la materia orgánica del lecho, lo que liberó gases tóxicos.
El drenjae de la laguna contaba con un millonario presupuesto, pero según informa Folha, su licitación quedó suspendida por un proceso del Ministerio Público.
“La Secretaría Estadual de Ambiente está haciendo un esfuerzo grande presupuestario desde antes de la crisis”, afirmó la delegación.
“Quien diga que la bahía de Guanabara estará limpia en 20, 25 años, miente”, indicó hace unos días el secretario del sector, André Correa, sobre la letrina natural. Aunque el responsable garantizó que el área donde se realizará la regata estará “apta”.