Varias plantas amanecieron inundadas en el enorme complejo, uno de los más vigilados del país, dejando en ridículo al Servicio Federal de Inteligencia.
El nuevo cuartel general del Servicio Federal de Inteligencia alemán, un enorme complejo de edificios sobre una superficie de 260.000 metros cuadrados prácticamente terminado, ha sido objeto de un peculiar robo. Los ladrones se llevaron varios grifos de los pisos superiores de uno de los bloques y dejaron correr el agua toda la noche, de manera que varias plantas amanecieron completamente inundadas, según informó ayer la Policía.
El robo se ha producido en una obra que supuestamente goza de una estricta vigilancia y medidas de seguridad extremas, tan severas como las de la cancillería, y ha colocado a los servicios de inteligencia en el mayor de los ridículos, convertidos en blanco de mofas en las redes sociales, que hablan sobre las «fuentes secretas» de los servicios de inteligencia. «Watergate en el futuro cuartel del BND», titula el diario berlinés Der Tagesspiegel, mientras que el Berliner Zeitung se pregunta: «¿cuántos grifos han desaparecido? ¡Es un secreto!».
El agua inundó techos falsos y canalizaciones eléctricas y de cableado informático, así como sistemas de ventilación y aire acondicionado.
Los daños en esta nueva sede de la BND, que ha costado 1.300 millones de euros y estaba previsto que estuviera operativa en 2016, se presumen millonarios.
«Varios grifos de agua fueron robados y eso ha provocado cuantiosos daños», ha indicado un portavoz de la Policía de Berlín, donde se encuentra el edificio. La Policía no descarta un motivo político, obra de un grupo de extrema izquierda, o una intención criminal, como una posible venganza por facturas impagadas. Los investigadores estudian las grabaciones de los vídeos de un complejo sembrado de cámaras de seguridad para tratar de localizar al autor. «Estamos investigando en todas las direcciones posibles», ha añadido.
Los grifos fueron robados en las plantas más altas del edificio con el fin de causar el mayor daño posible, según el Bild.
La sede de la BND estaba previsto que se trasladara de su actual base en Pullach, en Baviera, a Berlín en 2011 pero la medida fue aplazada a 2017. El edificio acogerá a 4.000 trabajadores.
El propio BND no ha querido por el momento comentar el incidente y se ha remitido a la Oficina Federal de Construcción y Urbanismo (BBR), responsable de las obras, que se limitó a confirmar lo sucedido y la apertura de una investigación, según informa Colpisa. La Policía, entre tanto, anunció que el área central de alta seguridad del gigantesco complejo no se vio afectada y que la inundación tuvo lugar en un edificio secundario.
Robo de planos
La inundación intencionada no es el primer escándalo que afecta a la nueva sede del BND. Hace cuatro años medios alemanes revelaron que habían sido robados planos de las obras con detalles secretos del centro de tecnología y logística, sistemas de alarma y sistemas antiterroristas, lo que obligó a hacer modificaciones.