El Secretario de la CPM, Roberto Cipriano, se refirió en la 99.9 al escrito que presentó Fernández Garello admitiendo que hizo inteligencia en la dictadura, pero asegurando que no cometió delitos de lesa humanidad: “es difícil defender esa posición. Salta a la vista que todo lo que decíamos era real”, agregó.
Fabián Fernández Garello apareció públicamente aceptando que formó parte de la inteligencia durante la última dictadura militar, pero se defendió diciendo que no cometió delitos de lesa humanidad.
Que estas cosas aparezcan distanciadas en la declaración del fiscal general, sorprende a la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) que se expresó a través de la 99.9 en la voz de su secretario, Roberto Cipriano: “todavía no tuvimos acceso al escrito, pero nos sorprende que reconozca su participación en la inteligencia de la bonaerense porque eso fue parte de la maquinaria represiva del estado. Dice que participó pero no cometió delitos de lesa humanidad, es difícil defender esa posición. Salta a la vista que todo lo que decíamos era real”.
Mientras todo esto sucede, la causa judicial pretende avanzar y parece que lo hará en las próximas semanas: “se han solicitado muchas medidas y estamos esperando que avance la causa, pero nos sorprendió el reconocimiento aunque era difícil de ocultar”, agregó.
La presencia de Fernández Garello haciendo inteligencia es indudable, pero también estuvo presente en secuestros por lo que es difícil que se pueda desprender facilmente de sus responsabilidades. “Ha participado activamente en el secuestro de tres militantes del Partido Comunista. Pensar que habiendo sido parte de todo el dispositivo que secuestró a estas personas y que fueron torturados, no tuvo nada que ver, el argumento parece muy endeble”, indicó Cipriano.
La propia declaración de Fernández Garello, según el secretario de la CPM, lo llevará a un lugar incómodo: “tiene asumida su tarea, deberá estar orgulloso de lo que hizo porque dice abiertamente que fue agente de inteligencia durante la dictadura, es difícil que salga del lugar en el cuál se ha puesto”.
Lo que queda expuesto con esta denuncia es que una vez finalizada la dictadura, se esforzaron por ocultarse en lugares de poder aquellos que, en el caso de Garello participaron activamente haciendo inteligencia: “ocupar lugares en la justicia les dio cobertura y posibilidades de eludir la investigación judicial. Son lugares de poder desde el punto de vista institucional. Esperamos que la Corte y la Justicia Federal tomen cartas en el asunto y primeramente lo saquen del cargo que ocupa hoy. Nos gustaría que todos estemos más horrorizados, pero no pasa en todos los estamentos. Las instituciones tendrán que reaccionar ante esto”, concluyó.