Roberto García Moritan (h): “Hay que ponerle un límite a la falta de respeto”

El legislador porteño habló en la 99.9 sobre la denuncia que presentaron contra el presidente Alberto Fernández y Katopodis por el “paro activo” que convocaron para la obra pública.

Después de convocar a un “paro activo” de la obra pública el ministro Gabriel Katopodis y el presidente Alberto Fernández fueron denunciados por integrantes de Republicanos Unidos acusandolos de los delitos de “malversación de caudales públicos” e “incumplimiento de deberes de funcionario público”.

Uno de los firmantes de la denuncia es el legislador porteño Roberto García Moritán (h) que, en la 99.9, habló al respecto: “la denuncia es por malversación de caudales públicos y por no hacer su trabajo. Deberíamos sentirnos todos muy ofendidos por lo que pasa con la política en la argentina y sobre todo con el kirchnerismo por como administran lo público. Hay que ponerle un alto, un límite a esta falta de respeto que se cree que el Estado es de ellos, que nos pueden adoctrinar y decir que votar. No queremos que nos subestimen, que se respete el laburo de los que laburamos y arriesgamos. Basta de premiar a los inútiles e inmorales”.

También aprovechó para hablar sobre el caso del argentino apuñalado en Bolivia a quien le negaron la atención médica y terminó falleciendo. En ese sentido, comentó que “cuando no te respetas a vos mismo, el resto no te respeta. Dejaron morir a un argentino apuñalado cuando necesitaba auxilio. No sólo genera indignación con lo poco que se comprometieron los hermanos bolivianos con la vida de este argentino, sino que hay que recordarle a los argentinos que nosotros financiamos con nuestro laburo a muchos bolivianos que vienen a atenderse a Argentina. Lo hacemos hace mucho tiempo, en un país donde nos cuesta administrar los fondos. Tenemos que ser responsables de como administramos lo público”.

Para García Moritan, una cosa traerá a la otra porque los argentinos tienen que tener un mejor orden para que todo funcione de la manera correcta: “si en Bolivia no están dispuestos a hacer un gesto con nosotros, nosotros no tendríamos que tener gestos con ellos porque sino no nos van a respetar nunca. Si administras bien lo público, te terminan respetando y abriendo la puerta. Ahí es donde se da el salto de calidad en los vínculos, tiene que ser recíproco, sino no funciona el mundo”.