El embajador que fue vicepresidente de la CONAE, habló en la 99.9 sobre los usos que puede tener la base china y porqué existe una preocupación por parte del gobierno estadounidense.
La visita de la General Richardson una vez más puso en el centro de la escena la preocupación que tiene Estados Unidos por la base China que se encuentra en nuestro país y que ha sido parte de un largo proceso de negociación.
El embajador Roberto García Moritán conoce ese camino y brindó su opinión sobre el tema en declaraciones a la 99.9: “tengo la misma preocupación que los norteamericanos. Desde los primeros contactos desde la CONAE y la oficina del estado chino que pertenece al ejército popular de China, que hace seguimiento de satélites y misiles con una tarea primordial dentro de la estructura militar. Que esa oficina dirija la bases, es un motivo de preocupación”.
Desde un primer momento el país norteamericano había expresado cierta preocupación por lo que podía pasar a futuro y ahora, se ha trasladado a algo presente: “en aquella época la CONAE dependía de la Cancillería y yo fui vicepresidente de la propia CONAE. Ya existía preocupación sobre lo que significa esta capacidad china de detectar satélites porque desde la base en Bajada del Agrio, puede ver toda la tierra. Los componentes técnicos de esa planta generan la posibilidad de hacer investigaciones científicas pero de aplicación dual, militar y civil. Es razonable la preocupación de Estados Unidos”.
También durante su paso por Argentina, la General Richardson junto al presidente Javier Milei anunciaron la creación de una futura base conjunta. En ese sentido, el principal objetivo tendría que ver con la rutas comerciales. Según explicó García Moritan: “el canal de Panamá y el de Suez que son los principales lugares de tránsito de los buques comerciales, pueden ser fácilmente bloqueados. El de Suez ya sufrió circunstancias difíciles en algún momento. El atlántico sudoccidental y oriental pueden ser dos rutas marítimas de enorme valor. El tráfico en este sentido, es una de las cuestiones centrales del interés”.
De todas formas, el embajador señaló que para la instalación de esa base falta mucho sobre todo por cuestiones políticas: “una presencia militar estadounidense necesitaría autorización del congreso y no imagino que eso sea posible en el Congreso que hoy conocemos. No sé cuál será el programa que piensan para una presencia integral como se indica, pero que habrá que definirla”.