Roberto Sandro Medina: “Hace tiempo que hay problemas estructurales en el Centenario”

El ex vecino del barrio habló en la 99.9 sobre todo el trabajo que hicieron a finales de la década del 90 y donde llegaron a comprobar errores concretos en la estructura edilicia.

Las falencias en la estructura del Barrio Centenario no son nuevas. Por el contrario hace más de 20 años que los vecinos están en reclamos que nunca tienen una respuesta profunda por parte de la provincia que es el encargado de esas construcciones.

El ex vecino de esa zona, Roberto Sandro Medina, contó en la 99.9 como fue el proceso inicial de los primeros reclamos que se dieron a finales de la década del 90: “entre el 95 y el 96 empezamos a ver que estaba deteriorado el edificio. Encontramos que algunos vecinos ubicados en la calle Alvarado habían presentado una denuncia. Vimos que sería difícil ingresar un reclamo por allí por lo que propusimos un trabajo entre los vecinos, tomando un censo estadístico. Tomamos un modelo del INDEC y lo hicimos”.

Ese estudio sirvió para mejorar algunas cuestiones del barrio y su entorno, pero el problema estructural seguía presente. Según recordó Medina, los datos tenían que ver más con el tejido social interno del barrio: “surgieron cuestiones como la deserción escolar, la cantidad de hogares por unidad funcional, la densidad poblacional; actualmente hay 13 o 14 mil personas. A partir de eso, con el gobierno de Aprile, nos acompañó todo el gabinete para hacer una presentación. De las cuatro plazas que se hicieron con Argentina 2000 una de las primeras fue la Bernardino Rivadavia y también se hizo la Escuela 20 gracias a ese trabajo”.

Entendieron que sólo ese estudio no sería suficiente y fueron por más elevando el reclamo y sumando vecinos: “coordinamos una asamblea para llevar 584 vecinos e iniciamos una acción contra la provincia. Cuando comienza la causa y empiezan a ver que tendría repercusión, se acercaron vecinos de otros consorcios. Se hizo la presentación, viajamos a La Plata y la provincia había tomado el compromiso de comenzar las reparaciones. Se hicieron trabajos en escaleras y pasillos. La conclusión a la que se llegó es que una de las primeras falencias era que los hundimientos de edificios se daban por no haber hecho un buen trabajo de suelo-cemento. El otro punto es que, como la arena utilizada no tenía tratamiento, el salitre que tenía la arena descomponía el hierro que es como quitarle la estructura ósea a una persona”.

A partir de esas conclusiones, también hicieron una propuesta para trabajar el tema: “queríamos utilizar parte de los espacios libres, cambiar la tipología de construcción y reubicar a la gente. Había consorcios de muy buen comportamiento y llegamos a cobrar expensas, que no se hacía antes”.

Los problemas no se resolvieron, el tiempo pasó y hoy se está reclamando exactamente lo mismo que hace más de 20 años: “queríamos que la municipalidad y la provincia trabajen juntos. Todavía tiene títulos precarios”, finalizó.