El Comandante General de los Bomberos Voluntarios de Ushuaia habló a través de la 99.9 de la difícil lucha que llevan adelante contra el incendio que afecta a Tierra del Fuego y las herramientas con las que lo están afrontando.
La lucha contra el fuego en Tierra del Fuego es titánica y cotidiana pero como suele pasar con los incendios de esta magnitud en nuestro país, no son combatidos con las herramientas necesarias.
El Comandante General de Bomberos Voluntarios de Ushuaia, Rodolfo Canseco habló en la 99.9 sobre la tarea que están desarrollando: “el incendio lleva unas 9 mil hectáreas afectadas, no quiere decir que estén todas quemadas. Hay más de 100 brigadistas de Manejo de Fuego tanto a nivel provincial como nacional. Están operando tres aviones, dos helicópteros en la zona y el apoyo de los bomberos voluntarios”.
A medida que fue avanzando el incendio, les ha tocado llevar adelante distintas tareas y en la actualidad tienen una en particular: “cuando fuimos convocados por Manejo de Fuego provincial y protección civil, trabajamos en la cola del incendio, la parte de atrás que va dejando. Estuvimos más de una semana y media trabajando en la extinción de este fuego que afecta a una reserva de bosques nativos. Ahora nos designaron la protección de los posibles incendios estructurales que se puedan ocasionar en los cascos de estancia. Estamos haciendo esa tarea de prevención en lugares estratégicos”, indicó.
A pesar de todo el esfuerzo cotidiano que realizan, saben que las herramientas no son las óptimas para un incendio de semejante características: “siempre hay un ideal para las cosas. A mi criterio, por lo que uno vio en los incendios de Chile, la impronta sobre esas cuestiones allí son distintas. Si bien estos aviones son efectivos, dado la magnitud y las condiciones climáticas, quizás hubiera sido mejor una opción distinta”.
Si hay algo que ha complicado la lucha contra el fuego, no sólo tiene que ver con las condiciones climáticas, sino también con la geografía: “este incendio tiene una complejidad particular, el acceso. Son 70 kilómetros adentro de la ruta y no está la posibilidad de que entren camiones a tirar agua con mangas. En algunos puntos deben dejar el helicóptero y luego los brigadistas caminan 1 o 2 kilómetros con sus equipos como bombas, mangas y demás. La otra complejidad es que en la brecha del incendio tiene el aporte de dos lagos, esto ocasiona un microclima de vientos”.
De a poco han sabido como manejarse bajo esas circunstancias, pero al principio, que además son momentos muy importantes para que el incendio no se expanda, tuvieron muchos problemas: “todo lo que es logística, requiere mucho entrenamiento. Hemos tenido dificultades en los primeros días y ahora se ha ido aceitando todo de a poco”.