Rosario: fue a denunciar que una bandita lo obligaba a vender droga y se topó con el policía que les cobraba por protección

El derrotero del joven “dealer” en la noche del viernes es de película. Primero tuvo que arrojarse al río, porque sus socios amenazaron con matarlo. Nadó, logró salir y se presentó en una comisaría para denunciar lo que le había pasado. Allí lo esperaba una sorpresa.

Una historia de película es la que tuvo lugar en Rosario. En la noche de este viernes fue detenido Fernando Abel M., un oficial de policía con 22 años de antigüedad por la denuncia de un joven que lo acusó de ser el encargado de recaudar dinero en concepto de coima para permitir la venta de droga a una presunta banda narco.

La investigación está a cargo de la fiscal Viviana O’Connell, quien trabajó la causa con personal de la Agencia de Control Policial (ex División de Asuntos Internos). Este viernes por la noche, Abel M. fue arrestado en la subcomisaría 21ª, en la que prestaba servicio, luego de haber sido sindicado como uno de los agentes que iban a buscar el dinero a los búnkeres de una banda que opera en villa La Bombacha, en la zona noroeste de la ciudad.

Todo comenzó cuando el joven denunciante fue citado por tres personas en Schweitzer y Acevedo, a la vera del arroyo Ludueña, a 300 metros del autódromo de Rosario. Cuando llegó, mantuvo una discusión y terminó arrojándose al agua al ver que le decían que lo iban a matar.

El joven en cuestión nadó, logró escapar y salir del agua y minutos después se presentó ante la comisaría 17ª, situada en barrio Fisherton, a denunciar lo que había ocurrido. Al declarar, afirmó que hacía dos meses que lo intimidaba una presunta banda que llegó a mantenerlo secuestrado varias semanas, período en el que fue obligado a vender droga en un búnker ubicado en Juan B. Justo al 8300, en la zona noroeste.

También dijo que la organización narco para la que comercializó estupefacientes le pagaba por semana a un sumariante y al jefe de la subcomisaría 21ª para que dejasen operar impunemente a la banda en villa La Bombacha, donde tiene jurisdicción esa seccional. Es decir, un pago por “protección”.

Los policías de la comisaría 17ª, al notar que el hecho debía ser denunciado ante la subcomisaría 21ª, trasladaron al joven para que pudiera radicar allí la presentación. Cuando llegaron, el chico identificó a un agente de esa estación, Fernando Abel M., como uno de los policías que iba a buscar los pagos semanales al búnker donde él había estado cautivo. Ante esa situación, la víctima fue sacada rápidamente del lugar para protegerla y se dio comunicación al Ministerio Público de la Acusación. Fue la fiscal Viviana O’Connell quien dio intervención a la Agencia de Control Policial para que secuestrara los celulares de todos los uniformados de la subcomisaría 21ª.

En medio del operativo, Fernando Abel M. perdió los estribos y quiso golpear al denunciante. Hasta lo desafió a pelear. “Salí afuera si tenés huevos”, le dijo delante de todo el personal policial presente, según figura en el acta del procedimiento.

Todos los policías de la comisaría entregaron sus teléfonos, a excepción de Fernando Abel M., que se negó a hacerlo. La fiscal ordenó entonces que se lo detuviera por el presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público y por resistencia a la autoridad. El policía fue esposado y llevado a la Oficina de Recepción de Detenidos de Rosario.

Desde el Ministerio Público de la Acusación también se dio aviso del caso a la Fiscalía Federal N° 2, a cargo del fiscal Claudio Kishimoto, por tratarse de una denuncia que tiene implicancias con una presunta banda narco. La Justicia federal, ante lo acontecido, hizo trasladar al denunciante por personal de Gendarmería hasta el edificio del Ministerio Público Fiscal, para que se pudiera recabar más datos del joven, supuestamente “dealer” por obligación, sobre el modus operandi de la banda.