La periodista, responsable del canal de YouTube “Israel a Diario” habló en la 99.9 sobre la situación que se vive día a día en ese país.
Israel, de un tiempo a esta parte, convive con la amenaza terrorista. Ya sea en forma de misiles que bombardean o en pogromos como los del 7 de octubre que tienen en vilo a la población.
La periodista Roxana Levinson que tiene su canal de YouTube “Israel a Diario” habló al respecto en la 99.9 indicando que “realmente no hay tregua. Ya no queda ningún rincón hacia donde uno pueda mirar, una frontera, algún lugar hacia donde uno pueda mirar y decir este es el lugar tranquilo”.
Convivir con situaciones de peligro constante, pasa a ser habitual pero no deja de sorprender el propio relato: “el día a día se hace muy difícil. Uno aprende a vivir a la sombra. Yo estoy en el sur de Israel, y los primeros meses de la guerra fueron muy duros con las sirenas, los misiles y los cohetes, prácticamente todo el tiempo, día y noche. Entonces uno tiene que aprender a vivir de manera tal de poder llegar al refugio en cualquier momento. Por ejemplo, si estás cocinando, tenés en cuenta cuántas hornallas están encendidas, porque uno no puede meterse en el refugio y dejar el gas abierto. Si te vas a duchar, tenés todo listo por si suena la sirena y tenés que salir. En mi casa, una mañana, yo estaba en mi oficina, mi marido se estaba duchando, que es una habitación contigua y sonaron las sirenas. Entramos al cuarto protegido, que por suerte tenemos dentro del departamento, y cayó un misil en la puerta del edificio, las dos ventanas del lugar donde estábamos se vinieron abajo, con persianas y todo, y en el cuarto protegido no pasó nada, absolutamente nada”, ejemplificó Roxana.
Si este tipo de circunstancias suceden en tránsito, hay lugares específicamente diseñados para el uso público también: “en las calles uno puede meterse en un edificio, estas son épocas en las que todos los edificios dejan las puertas abiertas para poder entrar al refugio si hace falta. Hay refugios públicos y demás. Pero si uno está en la ruta, hay que salir del auto, tirarse al piso y cubrirse la cabeza y rezar en el idioma en el que sepa rezar, supongo, porque es lo que le queda a uno por hacer si está en el medio de la ruta”.
Levinson vivió en carne propia el 7 de octubre de una forma muy particular porque tenía la carga previa de haber perdido dos familiares en los atentados a la AMIA y a la Embajada de Israel: “en la Argentina perdí a mi tía Graciela Levinson en el atentado a la embajada de Israel, y a mi tío Jaime Plaksin en el atentado al Amia. El 7 de octubre, cuando iba en el auto por la ruta tratando de llegar hasta mi casa antes que los terroristas, lo único que pensaba era “otra vez no, por favor, otra vez no”. Estaba sola en el auto, y lo decía en voz alta; que mis hijos no tengan que pasar lo que en mi familia pasó en los atentados”.
Con todo ese contexto a flor de piel, también hay una situación política que analizó desde su rol periodístico y que tiene como eje a Benjamin Netanyahu: “grieta siempre hubo, porque Israel es una democracia, y es una democracia muy fuerte. Aquí donde hay dos personas, hay tres ideas, 4 discusiones, y todos aprendimos a vivir así, era parte de la democracia. Dos características muy fuertes eran la locura por las noticias, de seguir todo el tiempo las noticias, y otra las discusiones, los debates y que no nos ponemos de acuerdo en nada. Lo que pasa es que esto, hace un poco más de un año, un año y medio, con el tema de la reforma judicial o de la revolución judicial, según a quien le preguntes, se exacerbó muchísimo y la sociedad israelí se dividió por completo. Las partes se enfrentaron”.
Sobre las dos posturas que existen, agregó que “si uno le pregunta a la gente del lado de Netanyahu, hacia la derecha y extrema derecha, entonces la culpa del debilitamiento de la sociedad israelí que llevó a que Hamas nos pudiera atacar de esa manera, la tienen las personas que salieron a protestar contra el gobierno y que incluso amenazaron en algún momento con que no iban a presentarse los que son voluntarios en la fuerza aérea israelí, que no fueron muchos, fueron muy poquitos. Del otro lado están los que dicen que los que nos llevaron y nos empujaron a esto son el gobierno de Netanyahu y sus ministros, especialmente el ministro de Justicia, que quiso cambiar las reglas del juego, que quiso atentar contra la democracia, y que la verdad es que no dejó de hacerlo durante la guerra tampoco. Ahora mismo está en un gran conflicto para no nombrar al presidente de la Corte Suprema de Justicia, que por ley tiene que ser nombrado, pero él quiere otro. El próximo presidente de la Corte Suprema de Justicia será el encargado de definir la comisión investigadora que va a verificar cómo pasó el 7 de octubre, quién es responsable de cada cosa y en el mes de diciembre está prevista la declaración de Benjamin Netanyahu en el juicio que se le sigue por varios cargos de corrupción. Entonces todo se mezcla”, concluyó.