La periodista argentina en Israel habló a través de la 99.9 sobre las consecuencias que está teniendo la caída del régimen de Bashir Al Asad en Siria.
La situación de la lucha israelí contra las diversas amenazas que tiene latente sigue avanzando y luego de la caída de Bashir Al Asad en Siria, se abrió un nuevo frente. Incluso para algunos especialistas la conjunción de fuerzas entre Israel y Jordania por un posible efecto dominó de lo que está aconteciendo en Siria es un tema presente.
Una de ellas es la periodista argentina en Israel Roxana Levinson que, a través de su canal de YouTube “Israel a Diario” abordó este tema y repasó algunos aspectos claves en la 99.9: “hay una preocupación común que tiene que ver con lo que sucede en la frontera de Siria con Jordania y de Israel con Siria, y que está relacionado con los esfuerzos de Irán por armar a sus milicias y en el caso de Siria, por el intenso esfuerzo que hay desde hace años de las milicias que actúan en esa zona a través de en conjunción con los Hermanos Musulmanes en Jordania, y que se hace por medio de actividades como el contrabando de drogas y de armas en esa frontera, no solamente hacia Jordania, sino como lugar de paso hacia la margen occidental. Es una conjunción bastante difícil de comprender y que tiene que ver con esta característica tan particular de Medio Oriente en la que todo tiene que ver con todo. Lo que comenzó el 7 de octubre con Hamás terminó con la caída de Bashar al Ásad. Ahora hay temor de que la caída de Bashar al Ásad pueda desestabilizar el gobierno del rey Abdullah Segundo en Jordania, precisamente por estos esfuerzos de Irán, y al mismo tiempo y en la misma medida, que pueda desestabilizar el gobierno de la Autoridad Palestina en la Margen Occidental. Estas vías de contrabando han sido utilizadas por Irán para enviar armas y dinero a grupos terroristas en la Margen Occidental, que son grupos pequeños, algunos incluso que no tienen una afiliación específica, y que están luchando contra el gobierno de la Autoridad Palestina, al que consideran no solamente débil y corrupto, sino también aliado o incluso servidor de Israel. Y entonces allí un poco como que se cierra el círculo”.
En medio aparecen situaciones como los misiles desde Yemen que están, en estas horas, cayendo sobre Israel: “ayer tuvimos en la mañana el lanzamiento de un dron desde Yemen que afortunadamente fue derribado en el Mar Mediterráneo, o sea, antes de entrar en el espacio aéreo de Israel y en la tarde, un misil balístico que hizo correr a los refugios a la gente de todo el centro del país, muchísimas localidades. Es increíble ver el mapa con los puntos rojos, como lo publica después Defensa Civil, con un misil balístico del Yemen, que en realidad la gente tuvo que ir a los refugios por las esquirlas del misil interceptor, porque el misil también fue derribado en este caso. En Israel se habla cada vez más, y fuentes militares y de seguridad cada vez más están hablando de un inminente ataque o una inminente respuesta significativa; esa es la expresión exacta que utilizó la fuente de Israel, a los hutíes en Yemen, que la realidad indica que es el único elemento de fuerza que le ha quedado a Irán de este eje que formó, porque ya Hezbollah no puede atacar a Israel Hamás mucho menos y la Siria de Bashar al Asad ya no existe. Quedan como punta de lanza los hutíes, que están muy felices de haber asumido este rol y quieren cumplirlo”.
Por último, Levinson se refirió al juicio que se lleva adelante contra Benjamín Netanyahu y que es parte de la cotidianeidad política de Israel con poco reflejo en el plano informativo: “el propio Netanyahu fue postergando su declaración y fue extendiendo el juicio con gran cantidad de cuestiones, algunas ciertas, otras no tanto, trucos y cosas una detrás de otra, que hizo que el juicio llegara a este punto y que su declaración se produjera precisamente en este momento. Los jueces realmente perdieron la paciencia y le dijeron basta. Netanyahu se comprometió ante la Corte Suprema de Justicia a que él iba a poder seguir siendo primer ministro y llevar adelante el juicio incluso si hay una guerra, porque en este país no se puede pensar que todo va a estar estable durante los cinco años que dure el juicio a Netanyahu. Ahora su argumento es todo lo contrario, no puedo. Los jueces se cansaron y le dijeron que la ley es igual para todos. Usted dijo que puede, pues pueda, y tiene que declarar”.